Capítulo 5

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NARRA NIALL

-¿Sabes que pasa, Zayn? -Me volví a poner el gorro de duende irlandés que Zayn me regaló para navidad, él me observó desde la esquina del salón mientras encendía y paraba el mechero, jugando con la llama-. Si no nos reunimos todos hoy para celebrar la navidad, es como si tuviéramos que pasar el día de acción de gracias sin comer pavo. ¡El pavo es esencial en esta vida, Zayn! ¡No se puede vivir sin pavo!

-Nos reunimos cada año, Niall -protestó él, sus ojos clavados en el fuego entre sus manos-. ¿No podemos pasar unas navidades nosotros dos solos?

Sacudí la cabeza con energía, haciendo sonar los cascabeles que adornaban el gorro.

-El pavo es un elemento esencial, Zayn. Si no hay pavos, la gente no es feliz. Tú quieres que yo sea feliz, ¿verdad? Sí, lo quieres. Pues dame pavo.

Él suspiró cansinamente.

-¿Quieres dejar de hablar del maldito pavo y centrarte en el tema?

-Es que tengo hambre -admití.

Se guardó el mechero de nuevo en el bolsillo y con una media sonrisa se puso a caminar en mi dirección, desprendiendo sensualidad por cada paso que daba.

-Los veremos en unos días para celebrar el año nuevo, rubio -razonó con aquél tono de ternura con un toque pícaro que solía añadirle a sus palabras-. No es necesario que pasemos el día en compañía.

A la vez que él se acercaba a mí yo me puse a caminar en dirección al sofá, donde me senté sin apartar mis ojos de los suyos. Zayn no tardó en ocupar el lugar de mi izquierda, encogiendo sus piernas para poder sentarse sobre ellas cual indio.

-Quiero volver a ver a Louis -hice un puchero y él frunció el ceño ligeramente.

-Te pasas la vida hablando sobre él, Niall. Tienes un novio que te quiere, ¿lo sabías?

Sonreí ante la utilización de la tercera persona para nombrarse a él mismo.

-Pero veo a mi novio cada día a todas horas y me gustaría poder pasar un poco de tiempo con mis amigos.

Malik alzó sus brazos a la altura de mi cabeza y poco a poco se deshizo de mi nuevo gorro de duende, dejándolo sobre uno de los cojines detrás de él. Seguidamente llevó sus suaves dedos a mi mejilla y de ahí los fue deslizando hasta que alcanzó mi nuca, haciendo presión para acercarme a su rostro.

-Tu novio no quiere que pases tiempo con nadie más que no sea él.

-Tengo un novio psicópata perturbado y obsesionado con mi cuerpo atlético de imponente pecho hercúleo y brazos gruesos como troncos capaces de parar una manada de toros.

Sus cejas se arrugaron sobre su mirada sospechosa y extrañada.

-¿Has estado leyendo mis libros?

-Sí.

-Lo suponía.

Sin decir nada le regalé un pequeño beso sobre sus labios, algo que siempre le dejaba descontento porque, según él, mis labios eran el chocolate personificado: dulces, adictivos; una vez se prueban, no se pueden ignorar.

-¿Por qué sigues haciendo esto? -no me dejó tiempo a responder que ya había vuelto a estampar sus labios sobre los míos con fuerza.

Poco a poco su mano se fue deslizando hacia mi hombro, y de ahí bajó por mi espalda hasta llegar al final de mi sudadera lila, jugando con el suave tejido entre sus dedos.

-Eres un puto necesitado -le critiqué, haciéndole sonreír de una manera realmente sucia-. No han pasado ni 24 horas que nos encontrábamos así.

White Honeymoon ~ 2ª Temporada de East Of HeavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora