N O T Y O U R S (AuronPlay y tú)

14º

Ruby

—H-hola. - dije cuando vi a Raúl en la puerta de casa con la maleta en mano.

—Hola, ¿me has echado de menos? - dijo y yo asentí nerviosa, si caminaba hacia el comedor vería la sorpresa que estábamos montando y el destino de la sorpresa estaba en las peores manos, las mías.

—Sí...aunque Don Gato puede quedarse aquí un poco más, no es ninguna molestia. - dije y reímos, mi risa era nerviosa, soy muy mala mintiendo por eso siempre soy sincera.

—Me temo que no va a ser posible, ya quiero acariciarlo. - comenzó a decir y yo hice un puchero. - ¿puedo pasar? - dijo y yo entré en pánico. Joder.

—¡No! - grité y me miró extrañado así que traté de no cagarla más. - digo...Ingrid está desnuda y me prohibió que alguien pueda entrar. - dije bajando mi tono de voz.

—Oh, pero puedo ir a otra habitación. - dijo, mierda, tenía razón.

—Discúlpame un momento, no te muevas de ahí o te corto los huevos. - dije amenazante y fui al comedor, todavía no estaba todo listo. - Raúl está aquí, ¿qué hago? - susurré e Isma me hizo unas señas, supongo para que le entretenga todo lo que pueda, volví a la puerta y él seguía ahí con una cara de confusión.

—¿Ya puedo? - dijo y yo negué con la cabeza.

—Lo que pasa es que...que... - me puse nerviosa y se me ocurrió una locura, de la cual es muy probable de que me arrepienta, pero bajo presión soy una mierda. - ...lo siento. - dije y me miró confuso.

—¿Qué v...? - le interrumpí con un beso, al principio se sorprendió pero después me siguió el beso, nuestros labios se movían al mismo compás y tenía un puto zoológico en el estómago, pero no me separé, sus manos se posaron en mi cintura juntándonos aún más y las mías se posaron en su nuca jugando con su pelo, mis ojos se cerraron lentamente dejándome llevar, y ¿qué coño? Quería que esto pasase desde hace mucho tiempo. Cuando el aire se nos gastó, nos separamos lentamente y aún con los ojos cerrados juntamos nuestras narices y nuestros labios se rozaban con el mínimo movimiento.

—Lo siento mucho Raúl. - dije y mordí mi labio inferior, por más que esperaba este momento él tenía novia y yo no era nadie comparada con ella, una modelo de puta madre. Un segundo después de decir él mordió mi labio inferior, lo estiró levemente sacándomelo de los dientes y me volvió a besar, esa vez se hizo mucho más larga porque el correspondió al beso desde el principio, no como antes.

—¿Qué cojones estamos haciendo? - dijo entre besos y yo negué levemente.

—No lo sé. - susurré en respuesta, cuando nos volvimos a besar mi móvil comenzó a sonar, al principio lo ignoramos pero después de la segunda llamada nos separamos. Era Isma. Me separé y atendí mientras miraba al suelo, no me atrevía a mirarle a los ojos después de lo ocurrido, mierda.

<Ya está todo listo.>

<Entendido mamá.>

<Joder, estoy nervioso.>

<Siempre tienes razón.> Colgué.

—Ruby...- comenzó a decir pero yo negué y lo interrumpí, mierda, mierda, y más mierda.

—Ya puedes pasar. - dije cogiendo su maleta haciendo que nuestras manos rocen, me alejé y puse la maleta en una esquina del salón, al lado del castillo que los gatos nunca usan, escuché el «sorpresa» y me acerqué al comedor donde estaban Raúl y los demás, subí la mirada un momento y cuando nuestras miradas se conectaron yo inmediatamente la bajé, en toda la noche no volví a hablarle ni mirarle, a veces me mordía el labio inferior recordando el beso y cuando vino Sara subí a mi habitación tratando de pasar desapercibida pero sabía que él me estaba mirando. De nuevo, mierda.