X: El Imperio de Astaroth

Capítulo 3: Astaroth.

-...Entonces me gustaría que me acompañaras.

-¿Al aniversario?- preguntó Catherine confundida.

-Si, creí haber sido claro desde el inicio.

-Si, lo fuiste, pero habiendo tantas chicas me invitas a mi.

-Por que tú eres con la única que quiero ir. Eres la única chica para mí, y lo sabes- le bese las manos.

-Pero...

-¿Pero?

-Es que no tengo nada que ponerme.

-No te preocupes, iremos a comprarte algún vestido en cuanto tenga tiempo.

-Nunca tienes tiempo...- agacho la cabeza.

-Entiendo que quieras pasar más tiempo conmigo, y yo también quiero que así sea, pero ser héroe no es algo fácil, si no algo nada nadie más lo hará.

-Lo se, pero a veces cuando más te necesito estás ocupado ahí fuera.

-Soy el héroe que salvó la ciudad, pero antes, soy Alexander, tu novio y futuro esposo. Además, ir a J. Corps podrá ayudar a tu futuro, mucha gente importante ira.

-¿Cuando vamos por el vestido?

-Iremos mañana, ¿te parece?

-Promételo.

-Lo prometo.- me adelante a besarla en los labios.

-Bien ¿Crees que vaya el padre de Edward?

-Es lo más probable, estos días lo ha mencionado varías veces.

-Deberías invitar a Milton. Tiene futuro como científico.

-Lo pensé, pero no quiere hacer un mal trío.

-Que lleve a Oliver.

-Oliver no destaca en ciencias.

-Tú tampoco.

-De acuerdo, pero no quiero que arruinen nuestros momentos. Y si soy bueno en ciencias.

La chicharra de la escuela sonó de manera que todos los alumnos se dirigieron a sus respectivos salones dejando vacía la cafetería.

-¿Nos vamos?- dije de manera dulce tomando la mano de Catherine.

-Vamos- me sonrió.

Entrando al salón de clases me senté junto a mis amigos y Catherine junto a sus amigas.

-Demonios hermano, esa chica nunca te deja- comentó Oliver.

-Cuando vienes a casa me emociono al pensar que es para verme pero luego recuerdo que Catherine vive conmigo y se me pasa- dijo Milton.

-Nos has dejado de lado dese que la fama se te subió.

-Exacto. Ahora ves tu rostro por todas partes y te alejas de tus mejores amigos.

-Tranquilos- dije entre risas -no se pongan celosos.

-Tendrás que recompensarme, a los dos.