La pobreza

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Hace quince noches que desde mi mas profundo ateísmo le rezo a un dios en el que nunca crei que me conceda una serie de milagros pequeños, faltos de grandeza y que trazan la linea entre la pobreza y la indigencia.
¿Cómo llegue a este punto? Bueno, una larga serie de malas decisiones y un cambio de gobierno que desato una crisis económica que recién empieza. Fue una mala combinación. Yo quería un cambio, quería tener tiempo, estaba harta de ser esclava en mi laburo y en consecuencia del reloj.
Cuando tenes una vida de mierda desde que asomaste la cabeza del útero y de repente un dia te encontras adulta en una realidad familiar casi perfecta, tendes a idealizar y das por sentado que tu karma por fin esta curado y seguis apostando a él pensando, soy buena gente me merezco que las cosas salgan bien, entonces renuncias a ese laburo que te tenia harta, y con la misma nada y muchos ideales dejas Buenos Aires, y su inseguridad, su falta de atencion, dejas a los colectiveros forros que si quieren te atropellan, a los tacheros que te pasean, a los porteños que te miran por encima del hombro y que viven para las apariencias (dios mio, fui una imbécil) y te mudas un pueblito con una iglesia, un banco y una plaza, donde absolutamente todos se conocen y lo mas importante, un pueblito que detesta por sobre todas las cosas a los porteños. Asi primero fue Entre Rios, San José,  ahi empezó la debacle, seis meses buscando laburo de lo que sea, pero de lo que sea y como decia mi marido (compañero incansable de locura) ni para cortar un pasto me llaman. Lentamente vimos como mi indemnización se iba con todos nuestros sueños de una vida tranquila no tan lejos de Buenos Aires. Nos caímos del sistema, no mas prepaga, ni colegios privados, ni wi fi ni cumpleaños en salones infantiles. No mas acudir a la tarjeta de crédito para darle algun gusto a nuestros hijos, no mas vacaciones ni pedir comida hecha porque ninguno tenia ganas de cocinar. Una reverenda mierda, lo unico que nos consolaba es que nuestro hijo  por fin usaba su bicicleta (fue el último regalo del dia del niño).
Nos convertimos en desempleados y yo particularmente me converti en una negra mantenida por el Estado porque cobro la A.U.H (asignación universal por hijo). Esto último fue en un tono sarcástico para todos los apolíticos amnesicos que andan por ahí y cuando se meten en el cuarto oscuro hacen cagada. Globos, revolución, alegría y tara sos presidente, solo en nuestra Argentina generosa.
Cuando ya estas en el baile seguis bailando, no queda otra y esto nos trajo a Misiones, Eldorado una ciudadd con aires de Buenos Aires pero que no roza ni a Posadas. La capital del trabajo le dicen, cada vez que lo escucho me río. Esto es cuna de narcos y corrupción,  es una ciudad donde todavía se aplica la nefasta ley de lemas, donde hace 15 años gobierna el mismo caudillo digo intendente y donde existe la descripción mas grafica de la palabra Ñoqui. Aca hay más iglesias evangelicas que escuelas y hospitales. Acá el pobre diezma en busca de la salvación económica, ora con fervor porque sabe que el señor esta de su lado. No importa si no hay laburo digno, o si las calles no se asfaltan o si el único hospital que hay se cae a pedazos, o si sos mujer por mas calificada que estes para un puesto, no te toman por portadora de ovarios y útero. El señor esta de tu lado y solo por eso todo va a estar bien y mientras el albañil que labura al dia diezma el que tiene guita es también un hermano. El pobre ora por lograr lo que el hermano de guita y el hermano lava culpa y consigue mano de obra barata.
En Entre Rios no nos querian y nos desconfiaban, aca creen que son porteños y tampoco nos quieren porque les recordamos que esto no es una gran ciudad y que ellos no son porteños. Ok, si me declaro nostalgica de mi Buenos Aires querida con su aire contaminado y con esa indiferencia absoluta, a mis vecinos les importaba poco de mi, a veces me saludaban a veces no, en el interior todos estan pendientes de tus movimientos y tienen una cabeza para llenar los blancos dignos de un guionista de novela. Y eso me enferma, onda que carajo te importa lo que hace el de al lado. Que carajo te importa lo que hago yo.
Pero bueno aca estamos, contando las monedas, salteando comidas para que a los chicos no le falte, rogando que nos salga una bien para poder sobrevivir con un poco mas de dignidad. A mi nunca me falto nada a nivel economico, mi familia siempre laburo y yo hice lo mismo apenas termine el secundario, fui brevemente primero a la Universidad y después el profesorado, sigo siendo una docente frustrada pero latín a las 23.00 de la noche después de laburar como esclava en un super nueve horas, no me dio el cuero es la verdad.
Cuando tenes tanto tiempo en tus manos, terminas repasando todo lo que tendrias que haber hecho y yo tengo muchos, y el tendria que haber estudiado es el que mas me pesa.
También te pasa que el pasado se ve brillante, cuando tu presente es tan duro y tu futuro tan incierto, todo revela un valor supremo, y todas esas frases hechas terminan siendo ciertas, es que no te queda otra, supongo que por eso hace 15 dias espero que el universo conspire a mi favor (paulo te mando un besito, esto me pasa por reirme de vos). La realidad te aplasta, tu billetera gigante a la que le baila los pocos billetes, la sensación de fracaso, la pelea con la culpa (nunca fui adepta de ella), la desesperación, el llanto a escondidas, la ira. Todo lo que creias tambalea y ¿por qué?  Por el desempleo, por la pobreza, por no valorar, porque creer que querer menos a veces es mas, por las malas decisiones, por la desidia ajena, por creer que mereces, por mi culpa. Si yo me creía que lo peor ya me había pasado es porque jamás contemple que me podia pasar esto, que me iba a tocar quedarme sin argumentos para tratar de explicarles a mis hijos el porque No. Al fin y al cabo no es la pobreza lo que me aniquila sino no poder presentarles una mejor realidad a ellos, darles la oportunidad. Pero a pesar de todo esto, a pesar de que mi estado emocional oscila entre la ira y la tristeza, lo unico que me queda es seguir remando, así atea como soy, tengo que al menos creer que siempre que llovio paro y que los pequeños milagros si ocurren.

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