•UNO•

7.6K 619 114
                                    

Por mucho que frote la suciedad de esta barra y del resto del lugar no se irá nunca,puedo notar la mirada de desaprobación de mi jefe desde el otro lado de la taberna,pensando en un nuevo castigo que imponerme al final del día.

-¡Eh nena ven aquí!

Me estremezco antes de que termine la frase aquel pirata borracho desde su grupo en las mesas.
No tengo más remedio, así que me acerco y su aliento a alcohol llega a mí desde un metro de distancia,que para él y sus compañeros no es lo suficientemente cerca,por lo que me agarra y me sienta encima suya.
Sus sucias manos me recorren todo el cuerpo y yo no hago más que cerrar los ojos con fuerza y contener la respiración.
Y floto, simplemente floto a un lugar lejos de aquí,mientras dejo que hagan lo que quieran conmigo porque no valgo para nada más,al menos eso es lo que me han obligado a creer.
Me hablan,hirientes palabras salen de sus bocas,pero yo estoy lejos,en un lugar donde no tengo que soportar ninguna clase de maltrato,un lugar que pueda llamar hogar,aunque no sepa aún qué sitio es ese.

El día transcurre como todos,repitiéndose una y otra vez lo ocurrido anteriormente,tal vez cambiando el manosearme con pegarme o insultarme,estoy acostumbrada,por muy lamentable que suene.

Me encuentro tras la barra de nuevo,cuando noto que alguien se sienta en el taburete en frente de mí,levanto la vista y veo a un chico bastante atractivo,con el pelo verde y una mirada penetrante.
Parece bastante intimidante,y me preparo para lo peor.

-Dame una jarra de sake-suelta de repente, dejándome algo descolocada.

Echo la bebida en la jarra y se la paso,empieza a beber y acaba con todo en apenas dos tragos,por lo que vuelve a pedir lo mismo.

-¿No quieres nada más?-pregunto temerosa,según mi jefe siempre he de complacer a los clientes,y no me gusta para nada lo que pasa cuando no lo hago.

-¿Qué debería querer?-dice él extrañado,lo que me deja más descolocada aún.

-No,nada,lo siento-contesto con una voz apenas audible.

Tal vez sea verdad que no quiere nada más,o tal vez prefiera pillarme por sorpresa para divertirse como los demás,ya me ha pasado antes.
Pero hay algo en él que me empuja a pensar que es de confianza,aunque no estoy segura del todo.
Un grito me saca de mis pensamientos,ahora se trata del grupo de piratas de mi derecha,pidiendo más alcohol.

Me acerco a ellos y cuando me quiero dar cuenta tengo las manos de dos de esos piratas sobre mí,y sin poder impedirlo,uno me rompe la camiseta mientras el otro me agarra y los demás estallan en carcajadas.
Por muy acostumbrada que esté no puedo impedir que los ojos se me llenen de lágrimas de impotencia y suelte algún que otro gemido desesperado pidiendo que paren.
Actitud por la que otro de los piratas me pega una patada.

Pero esta vez algo es distinto,el chico de antes,me quita de encima a los dos que me sujetaban y acaba con todos los que se le acercan en un santiamén,el manejo de su espada es impecable,un espadachín impresionante.

He acabado pegada a la pared más cercana, tapándome como puedo porque mi camiseta está demasiado destrozada y su función de cubrir mi cuerpo no la cumple como debería.
Entonces él se gira,se quita la suya y me la lanza para poder cubrirme con ella.

Me arrastra fuera de la taberna y andamos un buen trecho en silencio hasta que yo me paro en seco.

-¿Por qué me ayudas?

-¿Y tú por qué dejas que te traten así?

-Yo he preguntado primero.

-Deberías darme las gracias y punto,nadie debería pasar por lo que acabo de ver.

Su actitud me desconcierta muchísimo,no sé cómo tratar con él ni qué decir,nadie había hecho nada por mí en mucho tiempo.

-Gracias-digo al borde de las lágrimas de nuevo.

Él suspira y se acerca para poner sus manos sobre mis hombros,no acostumbrada a este tipo de contacto,me aparto inconscientemente.
Eso lo desconcierta un poco y su mirada se suaviza.
Ha notado que soy débil,odio serlo,por eso mismo he estado atrapada en ese sitio durante 11 años.
Lo que me recuerda que ya estoy demasiado lejos de allí y cuanto más tarde en volver mayor será el castigo,el miedo me invade y comienzo a temblar.

-Tengo que volver.

-¡¿Qué?! Ni de coña,no puedes volver allí,¿por qué quieres hacerlo y por qué aguantas todo eso?

Está alterado y no sé si lo que veo en sus ojos es preocupación o simplemente rabia.Pero de repente mi mente decide que todo esto es demasiado y simplemente desconecta,todo me da vueltas y lo siguiente que veo es negro.

¡Hola lectores!Espero que os esté gustando,si es así me ayudaríais mucho con un voto o algún comentario.
Onepiece ha sido una serie de mi infancia y hace poco me he decidido a verla desde el principio,así que he acabado haciendo una pequeña historia.
De momento solo aparecerán Luffy,Sanji,Zoro,Ussop,Nami y la protagonista.
Hasta pronto 💕

El hielo también quema (Zoro y tu)Where stories live. Discover now