•TRES•

6.1K 469 199
                                    

Doy vueltas en la cama,incapaz de poder dormir.Me acabo rindiendo y salgo del cuarto que ahora comparto con Nami.

Han sido demasiados cambios en tan poco tiempo,sigo sin poder creermelo.

Decido que me vendría bien tomar un poco el aire, así que salgo a cubierta y contemplo la isla en frente de mí,tras 17 años la dejo por fin,y no creo que vaya a echar nada de menos.

Una sensación de liberación me invade,y sonrío de la nada.
Una mano se apoya en mi hombro y me sobresalto.

-Perdona,no pretendía asustarte.¿Qué haces aquí fuera?-Zoro me ofrece una sonrisa soñolienta,a la que correspondo.

-No podía dormir,¿y tú?

-Lo mismo.

Se crea un silencio entre los dos,pero no uno de esos incómodos,sino uno agradable.

-Gracias

-¿Por qué?

-Por todo,esto es un gran paso para mí.

-No hay por qué darlas.¿Puedo preguntarte algo?

-Claro

-¿Cómo acabaste trabajando en ese lugar?

-Es... algo personal-digo un poco tensa,me ha pillado por sorpresa.

-Entiendo,no pasa nada.

-Mi madre murió cuando yo tenía 6 años,y no tenía nadie con quien quedarme por lo que acabé en la calle.Entonces poco tiempo después apareció mi jefe y me llevó a la fuerza.-no sé por qué le cuento todo eso,pero al soltarlo una pequeña sensación de alivio se instala en mi interior.

-Vaya,lo siento,tuvo que ser muy duro para una niña.¿Qué hay de tu padre?

-Abandonó a mi madre cuando se enteró de que estaba embarazada,nunca lo conocí.Supongo que sólo quería divertirse,como todos.-eso último lo dije con un desprecio casi palpable.

-Bueno no todos somos así.

-¿Ah no?¿Ahora resulta que el famoso espadachín Zoro Roronoa es un caballero?-digo divertida arqueando una ceja.

-¿Pero qué dices mujer?Soy todo un caballero -se pone recto y alza la cabeza totalmente convencido.

No lo puedo evitar y me da un ataque de risa,de esos que te acaba faltando el aire y te duele la barriga,da gusto volver a reír de esa forma.
Y así pasamos el resto de la noche,entre risas y conociéndonos un poco más.

A la mañana siguiente despierto tapada en mi cama, qué raro,no recuerdo haber llegado hasta aquí anoche,tal vez haya sido Zoro,aunque lo dudo mucho,no se tomaría tantas molestias,¿no?
Recuerdos de la noche anterior me vienen a la cabeza y me siento realmente bien, fue demasiado agradable para ser verdad.

Me encuentro sola en la habitación,Nami ya debe de haber salido a desayunar, así que me visto cómoda y salgo dirigiéndome a la cocina.

-¡Buenos días Bella Durmiente!Te he hecho el desayuno-salta Sanji nada más verme entrar,tiene la cara roja y me ofrece una gran sonrisa.

-¡Buenos días!-Dicen todos los demás a excepción de Zoro,que no está presente.

-¡Buenos días!-Les devuelvo la sonrisa y dirijo mi mirada a la mesa donde me espera mi desayuno.

Abro los ojos como platos al ver la gran cantidad de platos que ha preparado Sanji sólo para mí y se me hace la boca agua.

Me siento al lado de Ussop,justo en frente de Luffy,que come como si fuera un pozo sin fondo.
Le doy las gracias a Sanji y voy a empezar a comer cuando Zoro entra por la puerta bostezando.
Va sin camiseta,y me es imposible apartar la mirada de su torso perfectamente formado, además de sus musculosos brazos.
Se fija en mí y me mira arqueando una ceja,con una pequeña sonrisa pícara en el rostro,yo aparto la mirada avergonzada,me arde la cara y creo que todos se han dado cuenta.
Así que centro mi atención en el banquete que tengo delante y hago como que no me doy cuenta cuando Zoro se sienta a mi lado,provocando una pequeña risa de su parte.

El hielo también quema (Zoro y tu)Where stories live. Discover now