Capítulo 4

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(Luna)

Las tres clases anteriores han sido aburridas pero la de matemáticas está acabando con mi vida, y con la de toda la clase.

-Luna... Mátame.-susurró Nina.- Busca un martillo, vuelve con él y mátame.

-Preferiría matar a tu primo.

-Qué asco le tienes, ¿Eh?

-Mucho.

-Si despejamos equis hallaremos la respuesta del problema. ¿Lo habéis entendido?-afirmamos por hacer algo.- Bien, voy a proceder a explicar el siguiente, poner atención es difícil.

Lo veo algo complicado.

Nuestra profesora de mates es amable pero sus clases son un tostón. Se llama Candelaria y se rumorea que se acostó con Matteo para que le pusieran un diez.

Sinceramente me da igual.

Candelaria tiene el pelo negro y largo...como una hipi, sus ojos siempre me han llamado la atención son de color negro, muy llamativos. Tendrá cinco años más que nosotros.

Unos ronquidos atacaron mis oídos.

La clase se inundó en el silencio y únicamente se oían los ronquidos de cierto Tiranosaurio.

-¿Alguien puede despertar al señor Balsano?-preguntó dulcemente a pesar de lo que odia que se despisten en su clase.

Los rumores parecen ser ciertos.

Cogí mi estuche y se lo lancé en dirección a su cabeza. Me sorprendí de mi propia puntería, ya que el estuche dio en su cabeza y al rebotar golpeó en la pared, que tiene a milímetros, volviéndole a golpear en la sesera.

Levantó la cabeza y se sobó la parte golpeada.

-¡Diana!-gritamos Nina y yo a la vez chocándonos las manos.

Matteo clavó su vista asesina en mí, al oírnos gritar.

-Muchas gracias por tu ayuda Luna.-dijo la profesora con algún matiz de enfado.- ¿Estás bien Matteo?

-Perfectamente.-no me quitaba la vista de encima.

-¿Le devuelves el estuche a la señorita Valente? Lo necesita para hacer los ejercicios que le voy a poner por agredirte.

-Agredirle...-dije como si fuese algo despiadado.- Encima que he tratado de hacer funcionar su cerebro.

-¡Valente!-gritó Candelaria.

-Perdón...-respondí "inocentemente".

La rata no paraba de fulminarme con la mirada y tanto su prima como sus amigos, trataban de no reírse.

-No pasa nada profesora...-cogió el estuche.- ¡Aquí lo tienes!

Me lo lanzó directamente a la cabeza y hay que tener en cuenta que con la fuerza que tiene podría reventarme.

En un acto reflejo cogí el cuaderno para protegerme la cara y el arma voladora rebotó en éste.

-Lo tengo Luna, que buena idea detenerlo con el cuaderno.-reconocí la voz de Nina tras el cuaderno.

¿Me ha salido bien?

Aparté el cuaderno y vi mi estuche descansando en el regazo de mi amiga.

¡Había evitado mi muerte! Qué bien me siento...

Bueno, tal vez lo exagere un poco...

"Amor Fingido" (Lutteo)Where stories live. Discover now