Capítulo 1: WHI

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No era de extrañar que la Maknae line se encontrara aprovechando el tiempo encerrados en algún cuarto jugando videojuegos. Era la rutina luego del ensayo diario en la compañía. Una manera de relajarse luego de todo el estrés acumulado durante el día, o tal vez no.

-¡Esquiva, esquiva! ¡NO! ¡Corre! ¡Cuidado! ¡Va a atraparte!

El mando de la consola era prácticamente violentado entre sus manos mientras su compañero lo alentaba imperativamente, sin embargo, la efusividad con la que lo había animado durante hora y media se volvió sepulcral cuando la pantalla le refregó en toda la cara lo que ya sabía.

~Game over~

-Te atrapó.- dijo con una sonrisa inocente mirando la pantalla, pero esta desapareció cuando Taehyung se encontró con la mirada asesina de Jimin.

Su PJ fue aplastado, destruido en mil pedazos por quinta vez y el menor se encargaba de recordarlo en cada ocasión. Pero entonces, este le sonreía tiernamente para alivianar su humor luego de cada derrota. Y no está de más decir que funcionaba.

-Está bien, ya me aburrieron y tengo hambre.

Jungkook dejo a un lado la revista que comenzó a ojear luego de la tercera derrota. A esas alturas ya había perdido las esperanzas de que Jimin les cediera el mando, era demasiado obstinado y no estaba dispuesto a aceptar que era realmente malo en ese juego. Se distendió empujando de la cama a sus Hyungs. Comenzó a considerar que fue una mala idea cuando, ambos chicos, lo tomaron de los pies y comenzaron una guerra de tirones, empujones y cosquillas que no puedo manejar, dos contra uno, una total desventaja para el Golden Maknae.

En ese instante la puerta se abrió y el aroma inconfundible del bibimbap de Jin invadió la habitación. Aprovechando la distracción, el menor se deshizo de las manos carceleras de sus compañeros y no le importo ignorar olímpicamente a quien había irrumpido en el cuarto para escapar.

-Jin dice que dejen de jugar y vengan a cenar.- Yoongi miraba desde el umbral de la puerta a sus dos compañeros, ambos tenían cara de niños que fueron descubiertos haciendo una travesura. –Me quedare con sus porciones si no vienen en este instante.- amenazó.

Tae no lo pensó dos veces, entre volver a ver a Jimin ser derrotado por sexta vez consecutiva y devorar un plato de Bibimbap, la segunda opción era mil veces más seductora.

-No dejes que este juego domine tus emociones Jiminnie. ¡Vamos a comer~!- Dijo mientras se retiraba del cuarto y sus palabras se perdían en la distancia dejando a ambos chicos solos.

Jimin estaba dispuesto a comenzar otra partida, ignorando la mirada inquisidora de Yoongi, una mirada que buscaba respuestas en el trabajado cuerpo del chico. Y es que otra vez estaba ahí, ese extraño sentimiento se hacía presente una vez más. No recordaba el momento en que comenzó; ocurría con solo verlo o sentirlo cerca, incluso su mera mención tenía efectos en sí.
Por meses se preguntó por qué, y aún no había una respuesta ¿Qué estaba pasando consigo como para sentirse de esa forma con respecto al menor? No lo sabía o tal vez sí, pero se negaba aceptarlo.

-Hyung, ¿Quiere ser mi compañero?- hablo persuadiendo con su sonrisa, siempre funcionaba con sus hyungs.

El menor intento aparentar no ser consciente de aquella mirada deseosa que devoraba su boca, no era para nada disimulado.

Jimin ofrecía su mando invitando al mayor a sumergirse en un juego totalmente diferente al anterior.

Yoongi con toda su pereza se acercó, con el rostro inexpresivo se inclinó junto a él, arrebatándole la respiración a su compañera, esos ojos llenos de frialdad tenían un enorme efecto hipnotizaste. Frente a frente una atmósfera extraña se formó entre ambos.

Wonderful Holiday Island [BTS]Where stories live. Discover now