Las profundidades de un ser Gris.

Capítulo 28

Christian Grey

La vida es un constante aprendizaje y está compuesta de muchas cosas positivas y negativas, y que nosotros con la suficiente fuerza debemos decidir cuál de ellas gobernará nuestras vidas o nuestra estabilidad. 

En lo positivo tenemos:  La fortaleza, la seguridad y el valor 
En lo negativo tenemos: La debilidad, la inseguridad y el miedo. 

Está en uno mismo dejarse arrastrar por lo negativo y vivir una vida entre las sombras. Ser cobardes y no asumir lo que la vida nos presenta día a día con la suficiente entereza y con la mente clara de saber lo que verdaderamente uno desea. Si nos dejamos arrastrar por el miedo nunca seremos felices porque perderemos lo que realmente amamos. 

O decidirnos por lo positivo, enfrentarnos con la fortaleza a todo para llenar nuestras vidas de seguridad y nos conduzca por el mejor camino que nos llevará a la felicidad. 

Pero lo negativo está dominando nuestro entorno. 

Eso es lo que está pasando con Anastasia en este momento, está dejando que sus miedos e inseguridades la arropen y no le permitan ver que el amor lo puede todo y que los obstáculos hay que enfrentarlos y no salir corriendo. 

En medio de la conversación sabía que en cualquier momento si seguía con mi mirada sobre ella mi amor por ella será mi perdición y no haría lo correcto. Estaba seguro no podría controlar que saliera corriendo esa necesidad que me consume como una estampida y la atraería a mis brazos.  

No quise ser egoísta.

Sus manos calentaron mi cuerpo y ese amor que solo ella ha despertado me hiciera sentir débil por un instante. Cerré los ojos con fuerza para ese autocontrol que con los años he manejado a la perfección me ayudara para controlar esas emociones que se apodaron de mi al tenerla tan cerca. 

Cuando tenía la mente despejada tome la decisión que considere correcto, aún sabiendo que mi corazón sangraba. 

Sin mirarla siquiera... Decidí dejarla ir. Haciéndole saber que la amaba y la estaría esperando con los brazos abiertos.

Ella tenía que ver las cosas por sí misma y dejar de lado ese miedo que se había apoderado de ella. Debe darse cuenta que está siendo cobarde, al dejarse vencer en la primera prueba que nos presenta la vida como pareja. La solución no es huir de mí para poder descubrir que nuestro amor es más fuerte que todo, sino aceptar los brazos que la esperan para darle esa confianza, seguridad y estabilidad, pero sobre todo ese amor que tanto necesita. 

Mi amor por ellos no puede ser egoísta.

Esa desconfianza de cómo sería mi manera de cuidarlo y protegerlos. A ese miedo en que cualquier momento puedo cambiar de opinión y que saldría de sus vidas sin dar una explicación como una vez hice con ella.

Pero aquella vez fue diferente y me estaba enfrentando a algo que desconocía. En ese momento estuve huyendo del amor que ella despertaba, me lleno de miedo y porque consideraba que no era digno de ello. 

En ese momento me deje arrastrar por el miedo como lo está haciendo ella ahora. 
No la culpo por ello.

Al parecer ella no termina de entender que ellos son mi vida. Que los amo por sobre todas las cosas y que sería capaz de dar mi vida por ellos y sería feliz por ello.

Sigo corro por las frías calles de Seattle y la fuerte lluvia va calmando mis demonios y estás ganas que tengo de destrozar todo lo que se atreviese impidiendo que sea feliz con mi familia. 

No, no es momento de actuar de manera impulsiva, Grey, es momento de luchar con las armas más fuertes que tienes..

El amor que sientes por ellos. 

Tal vez, mi pasado me está jugando una mala pasada y no estoy dispuesto que está vez gane y me aleje de mi familia. 

~*~

Llegó al Escala y los años que viví de soledad pasan como una película frente a mis ojos dejándome un mal sabor, pero en un instante pasan esas semanas de felicidad con mi familia. Sonrío con nostalgia y me encamino a la habitación de mis hijos. Los contemplo y su sueños es tranquilo y les dibuja una hermosa sonrisa en sus pequeños rostros. Les doy beso y los dejo descansar.

Al llegar a mi puerta mi fortaleza flaquea al saberla ahí y solo puedo desear tenerla en mis brazos. Entro y sus ojos azules me miran con angustia. Sin moverme de mi lugar veo como corre a mis brazos y la estrecho con fuerza. 

-No me dejes, Christian. -Solloza. -Su pequeño cuerpo se aferra al mío y siento que mi alma ha vuelto a su lugar.

La separo un poco y mis manos acunan su rostro. -No te estoy dejando, nena. -Limpio con los pulgares sus lágrimas. - Te estoy dando el espacio que necesitas. Viajarán a New York con los niños y esa semana te ayudará a saber lo que realmente deseas.

-Yo te amo. - Dice.

-Lo sé, nena, pero existe algo que no te está dejando ser feliz a mi lado y que está haciendo que desees huir de mí. Tienes que poner tu mente clara y saber si lo que sientes es verdaderamente fuerte para luchar contra todo. Mi amor por ti lo es y estoy dispuesto a estar separado de ti estos días y aceptar lo que te haga realmente feliz. 

Acerco mi boca y la beso con suavidad y es un beso donde le demuestro todo lo que la amo. Sin querer hacerlo, me separo.

-Iré a cambiarme esta ropa mojada y a darme una ducha para que descansemos. - Le digo y beso su frente para encaminarme al cuarto de baño. 

Al salir del baño nuestras miradas se encuentran y me siento feliz por verla en mi cama esperando por mi. Su mirada sigue cada uno de mis movimientos. Entro al armario y me colocó un pantalón pijama y una camiseta. Llego a su lado y abro mis brazos para recibirla como siempre he hecho desde el momento que regresó a mi vida. 

-Ven acá, nena. - Le digo. Su frágil cuerpo se acomoda en el mío. Beso su cabeza e inhalo su embriagante aroma. 

-Esta noche no me harás el amor. - Susurra. Sonrío porque sé que desea lo mismo que yo y estoy dispuesto a hacer que esta noche sea la mejor de nuestras vida. 

-Esta noche y todas las que nos queden por vivir, mi querida señorita Steele. - susurro cerca de su boca. 

Nosotros debemos tomar las decisiones más difíciles y darle una mano al otro para que decidan a dar ese paso. Estos días serán difíciles para mí y sé que la recompensa será mayor. 

Confió ciegamente en nuestro amor. 

Sé que ella volverá a ser la misma.

Nos leemos luego