Las profundidades de un ser Gris.

Capítulo 39

Christian Grey

Después de conversar con Ross e informarme que todo estaba como había solicitado. Nos dirigimos en busca de nuestros hijos.

Llegamos al hotel y un torbellino de cabello castaño me envolvió en cálido abrazo.

—Papi, viniste. —Grita emocionada mi princesa en mis brazos.

—Te extrañé mucho, mi princesa. —Inhalo el aroma de su cabello.

Su pequeña nariz recorre mi hombro disfrutando al igual que yo de mi aroma.

—Hueles rico, papi. —Sus mejillas se sonrojan.

—Igual, mi princesa... Tú aroma calma mi alma y corazón.

Escucho unos fuertes pasos y en mi campo visión aparecen dos traviesos que sonríen feliz al verme.

—Papi. — emocionados al verme.

—Mis campeones. —Los abrazo a los tres y mi nena nos observa con sus ojos cristalizados.

—Queríamos regresar para verte. —Dice Ted.

—Te extrañaba muchísimo.—Dice Chris.

—Los eche mucho de menos y por eso estoy aquí. —Alboroto su cabello.

Estuve rodeado de tres amores que no paraban de hablar de sus travesuras mientras mi nena organizaba sus pertenencias para irnos a mi apartamento. Sus risas y suspiros al contarme todo lo que habían hecho desde que están aquí.

—Papi, podríamos llevarte al Central Park. —Dice Ted.

Su emoción es contagiosa.

—Podemos ir a ver la Estatua de la Libertad. —Continúa Chris.

—Iremos donde ustedes desean llevarme y conocerán los lugares que les faltan. —les digo.

Así pasamos el resto del día entre conversaciones y juegos, hasta que llegó el momento de ir a dormir.

Cómo había prometido visitamos los lugares más hermosos de esta ciudad y puedo decir que disfrute como nunca siendo Christian en compañía de mi hermosa familia.

Todo se volvió un caos al salir a la luz las imágenes de nuestro encuentro en el CP. Como de un momento a otro le estaba proponiendo matrimonio a Anastasia.

Sentí que la rabia se apoderaba de mi, pero más tarde comprendí que ellos había hecho algo positivo por primera vez.

Le mostraban al mundo que, Anastasia Steele era mía.

Completamente mía y próximamente sería la señora Grey.

~*~

El gran día llegó y mis nervios junto con el. Estaba sumamente nervioso porque no sabía cómo tomaría Anastasia esa locura.

Cómo la muestra de amor más romántico o un momento impulsivo y posesivo. Gracias a Dios lo tomó de la manera que espere. Su emoción era evidente y al verse vestida de novia en solo una hora y lista para ir al altar.

—Sabía que eras maniaco del control, pero jamás pensé que llegarás a tal punto. —Fueron sus palabras al contestar su llamada.

—Por ti cometería todas las locuras y más. Te amo, nena. Te espero en el altar. —Susurre.

—Te amo mucho más, Christian. Allí estaré.

Verla llegar y caminar hacia mí con mis dos traviesos a su lado. Fue un momento lleno de emoción, saber que caminaba hacia mi encuentro donde dejaría de ser Anastasia Steele y empezaríamos a escribir una nueva historia como Anastasia Grey.