Capítulo 8: "Celine Dion - The reason i go on"

382 41 1
                                    

Capítulo 8

"Celine Dion - The reason i go on"

       Realmente quien había conocido el pasado de Hendrick sabía a la perfección que pensaba sobre el amor y del deseo de conocer a alguien en especial... No creía en ese sentimiento. Prefería a la soledad, que a alguien que compartiera sus inquietudes y sus deseos. Un suceso del pasado le había hecho tomar aquella determinación en su vida. Aunque desde lo ocurrido la noche anterior ya no sabía si se había empezado a traicionar a sí mismo.


       ¿Quién que este huyendo del amor, se acerca dos veces, en menos de dos semanas a él?


       Sabía que había sido un completo error el haberse acercado a mí, cuando sus amigos estaban allí.


      ¿Realmente él había sido capaz de hacer aquello?


       Si.


             Despertar esa mañana para Hendrick había sido diferente. Jamás se había despertado repitiéndose la misma pregunta, mientras recordaba el rostro de sus amigos, incluso el de su propia hermana, mirarlo con tanta extrañeza.


          Se pasó las manos por su cabellera, sintiéndose incluso más confundido, aunque todavía se negaba lo que seguro lo demás pensaban de él.


        Alguien podía hacerle cambiar de parecer.


          Se levantó y caminó hacia el baño. Necesitaba una ducha fría y salir de allí.


        Lejos de allí, me encontraba en el jardín trasero de la casa de Leah, sentada en el césped, teniendo un libro en mis manos. Uno de mis favoritos. Al mismo tiempo que escuchaba en mi iPod "The reason i go on" de Celine Dion.


— No sé qué tiene ese libro de especial para ti... ¿En verdad no te aburre?— me había preguntado Leah al sentarse junto a mí.

— ¡Me asustaste!

— ¿Me dirás que significa para ti? ¿O cuantas veces te lo vas a seguir leyendo?

— No sé cómo podría explicártelo... Quizás es algo que las personas soñadoras como yo esperan. Pero en un momento de la vida se dan contra una pared que te hace ver que los amores así sólo existen en los libros... Quizás por eso sea la segunda vez que me ves leerlo...— admití y cerré "Orgullo y Prejuicio" de Jane Austen en ese instante, levantándome diciéndome que era mejor administrar ese día de otra manera.


   Después de leer "Yo después de Ti" de Jojo Moyes, me había despedido de esos libros tan dramáticos. No porque odiara ese tipo de lectura. Sino que me habían hecho llorar tanto y recordar a veces mi propio dolor, que había optado por leer algo más positivo.


   Algo que diera más fuerza, alegría y creer de nuevo en mí. Y de que el sol brilla después de la tormenta.


    Dentro de mi silencio había una razón que me impulsaba a desear ese sueño. Pero también había levantado una bandera blanca en señal de que estaba consciente de que el amor no había sido escrito para mí.


— ¿Aún no te levantas?— le había preguntado Nick al llamar a Hendrick por teléfono, al ver que él había tardado en contestarle.

— Pues si estuviera todavía acostado, te juro que no te estuviera contestando tu llamada.— dijo ya esperando lo próximo que se avecinaba en aquella conversación—. ¿Y este milagro de llamarme a esta hora? Pensé que estarías aún durmiendo...Tú sí que bebiste anoche...

— No te hagas que lo sabes... No te imagine congeniando tan bien con la amiga de Leah...

— Fue mi acompañante en el avión en donde regresé, ¿no te lo había mencionado?

— No que lo recuerde... Ayer me evadiste toda la noche al igual que a Zachary. Y de pronto te fuiste sin despedirte.

— Sabes bien que solo fui porque mi hermana me lo pidió... Y no te evadí. Simplemente quería evitar un cuestionario innecesario.

— Bailaste con la amiga de Leah dos veces... Leah tenía intenciones de presentármela... Pero sí que supiste como arruinarle su plan. Casi estaba que te mataba anoche con la mirada.

— ¿En serio? No lo sabía... ¿Quería hacérsela de Cupido?— expresé con ironía picara.

—Tal vez... Quizá por eso terminaste arruinando su idea y haciéndote un ser "tan querido" para ella...— dijo graciosamente.

— Es un sentimiento mutuo...— agregó con fastidio—. Tengo que dejarte... Tengo un asunto que ocuparme hoy.

— Si tú lo diste...— no le creía, pero tampoco iba a permitir que su amigo se saliera tan fácilmente con la suya—. ¿Iras al club mañana en la noche?

— Sí...

— Bien, entonces no vemos mañana...


Podría enamorarme... De ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora