Podría enamorarme... De ti.

Capítulo 12: "Heavy- Delta Goodrem"

Capítulo 12

"Heavy- Delta Goodrem"

    Agradecí llegar a la casa de Leah y entrar en mi habitación. Sentía todavía el corazón envuelto en sentimientos que se encontraban y chocaban confundiéndome. Aunque en el trayecto hacia la casa de Leah había tenido que disimularlo. A pesar de que había estado sumergida en esos pensamientos y había tenido que salir de ellos al obligarme a recordarme mi realidad y donde me encontraba.

     No quería que me preguntaran que me pasaba.

    Pero al estar en las cuatros paredes de aquella habitación y al ver que Leah no había insistido más sobre que me ocurría y porque estaba tan silenciosa, había agradecido al cielo. Estaba agotada y confundida.

        Y la sensación de aquel beso seguía aun allí presente.

— Kristen... ¿Qué rayos fue eso que pasó? ¿Cómo te dejaste llevar? — me dije al tumbarme en la cama, después de cambiarme. Seguía anonadada de mi misma—¿Qué es esto que estoy sintiendo?

     Cerré los ojos y me odié a mí misma por no tener control sobre mí.

— Te dejaste llevar... Te dejaste llevar como una verdadera tonta. Al menos agradezco que nadie se percató de lo que sucedió entre nosotros...— susurré al abrir los ojos y mirar hacia el techo—. ¿Olvidaste el propósito de este viaje?... En la lista no estaba el enamorarme de un inglés. No estaba sentir esto...— respiré hondo— ¡Kristen, simplemente ha sido un tonto beso! ¡Un tonto beso!

    Hendrick, por su parte, se había ido por su cuenta. Tal cual había llegado, sintiendo que ya su lugar no se encontraba allí. Seguía asombrado de lo que había hecho y en parte culpaba al alcohol, aunque era consciente que seguía cuerdo y no ebrio.

    Entró en su habitación y empezó a quitarse la ropa, al mismo tiempo que se recordaba aquel tonto impulso que había recorrido por su mente cuando decidió llevarme a aquel rincón oscuro. ¿Había sido producto de ver como Nick me había estado mirado toda la noche?

     Simplemente la única respuesta que encontraba en su cabeza era que había actuado como un idiota y que había roto su propias reglas. Aquellas que se había impuesto al regresar a su país.

     Lanzó la ropa al cesto de la ropa sucia y fue al baño. Necesitaba una ducha fría para que le ayudase a disipar aquellos pensamientos que seguían en su cabeza.

      Y la sensación aquel beso seguía torturándolo.

— Actuaste como un idiota...— se reclamó a sí mismo, mientras se metía en aquella ducha y pasaba sus manos sobre su cabellera, mientras el agua recorría todo su cuerpo.

    A la mañana siguiente me desperté sintiéndome por primera vez en mi vida desorientada. Sabía en donde estaba, pero de igual forma era como si los sucesos de la noche anterior hubiesen perturbado incluso mis sueños.

— Estás en la casa de Leah... Sigues aquí— me susurré a mí misma y esperé un momento para ponerme de pie—. No tengo ganas de salir hoy... Es mejor que me quedé aquí a leer... Aún tengo más días para hacer muchas más cosas. Hoy me dedicaré a descansar y dedicármelo a mí.