6_"Caricias nocturnas"

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Privet~ aclaraciones:
•Los personajes No me pertenecen, pero la Historia: Camellias, SÍ.
• ¡Disfruten Camellias!~❤🍒🐯❤.
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Una leyenda japonesa dice que si tú no puedes dormir por la noche, eso es porque estás despierto en el sueño de alguien más.
-...

-PoV Akashi -

   
    Acelere mis pasos llegando al baño principal de la casa y metí cerrojo. No sea cosa que Taiga descubra que he investigado sobre la arquitectura de su casa (y sobre algunas cosas más...).
    Desde mi lugar pude escuchar un "Akashi ¿cómo sabes dónde queda mi baño?" de parte de Taiga, a lo cual le respondí amablemente abriendo la llave del agua.
    Habían sido demasiadas emociones en un día.
    Al momento empeze a desvestirme, deslizando cada prenda por mi piel hasta dejarlas a un lado del agua. Era un baño bastante europeo para estar en Japón. Típico de Taiga. Entré al agua lentamente, entrecerrando la cortina y empezando a asearme. Los ruidos de afuera ya habían cesado.

    Pasaron unos minutos cuando pude terminar de lavarme y empezar a vestirme.

PoV omnisciente

    Al león le era imposible no oler la ropa del tigre. El perfecto aroma cítrico de la manzana en el cuello de la camisa de taiga. Lo embelesaban con fervor.
    "Qué rico" pensaba, hundiendo aún más la nariz en el rico olor, y sintiendo como cierta parte de su anatomía reaccionaba ansiosa al contacto. Agarró más firmemente la prenda, acercándola a su cuerpo, pasando brazo por brazo dentro de las mangas, y deslizandola hacía el norte de su cuerpo donde, con sus brazos, falange a falange se abrazo a sí mismo, lanzando un jadeo involuntario. Sin embargo apenas notó lo que hacía, y hacia donde iba eso, paró en seco cualquier movimiento...
    "¿Qué demonios...?"

    Con ahogo puso sus brazos a cada lado del lavamanos, se sentía angustiado, desesperado, porque ese "algo" dentro de él se calmara y no exteriorizara más. Que horror sería que el tigre lo vea así. Todo una vergüenza para él.
Al poder, por fin, calmar sus deseos internos, salió del baño ya seco y cambiado. Estaba con una camisa que por desfortunio, y a pesar del tiempo, algo grande le quedaba, está era negra siendo conjunta a una bermuda roja.   
    Taiga no había cambiado su estatura, él, sin embargo, había llegado a medir 1,80, unos números que sin duda lo acercaban más a su amado.
    La ropa de Taiga, lo hacia sentir de maravilla.

    Salió relajado del baño llendo directo a la cocina. Como si fuera su casa.
    Se sorprendió, sobre la mesa se encontraban dos platos envueltos con film y una notita rojiza de papel (del tipo post-it) sobre uno de los platos, que se podía intuir viéndolo a simple vista era de Taiga, la nota decía:

      "Akashi, el plato contrario es para ti, calientalo de 30 segundos a 1 minuto en el microondas. ¡Espero te guste!
      -Taiga."

    Con la notita entre manos, una amplia sonrisa le recorrió la cara. Parecían casados, y la idea le gustaba. Sin embargo su corta ensoñación se vio interrumpida por alguien, o más bien, cierto tigre que venía por el pasillo.
    Con gotas de agua recorriendo su cuerpo y vestido solo con un joggin gris. "Adornado", entre hebras, con una toalla ya humeda, pero siendo igual frotada contra sus rojos cabellos, la cual, llegado un momento paso a reposar sobre sus acaramelados hombros. Las dos manos de Taiga se sacudian, dando vueltas por su cabeza, ocasionando que sus músculos se notarán aún más, y haciendo en el proceso que a cierto león se le acabe la paciencia y el oxígeno en sangre.

    -¡Ah-ah! Ya estás aquí -dijo con un ojo abierto y a medio tartamudear-. Sí que tardas al bañarte, princesa.

    Su melodica risa inundó el ambiente, haciendo a Akashi ubicar en tiempo y lugar.

Camellias / KuroBasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora