Capitulo 23

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Aquella habitación había estado cerrada desde hace años, se volvió el típico cuarto de tiliches que toda pareja de esposos tiene en su casa.
Antes, las paredes eran de color celeste impecable, ahora estaban ligeramente amarillentas por el tiempo. La base de la cama estaba contra la pared, había muchas cajas de cartón apiladas, bolsas de plástico y un armario Cerrado.

Una mujer de estatura media y cabello rubio teñido recientemente se acercó al gran armario con una vieja llave entre sus manos, introdujo la misma en el cerrojo oxidado y abrió ambas puertas al mismo tiempo, dentro del mueble no había polvo, todo estaba limpio ahí, como si el día anterior se hubiera hecho una limpieza minusciosa en el interior.
Abrió uno de los cajones para sacar varios conjuntos de ropa de bebé, cada uno dentro de una bolsa plástica transparente para mantenerlos intactos con el paso del tiempo, los sostuvo en su brazo y tomó un gran bulto dentro de una bolsa negra con la mano que le quedó libre.

Cerró las puertas del armario y salió de la habitación para dirijirse a la sala donde estaban las visitas.

- Aquí están -anunció ella sonriente caminando a la joven pareja que estaba en el sillón.

Seokjin y Namjoon miraron a la mujer con curiosidad.

- ¿Qué es todo eso, eomma? -preguntó el moreno mirando como su madre se acercaba a ellos

- Es la ropa que usabas cuando eras un bebé -contestó la señora Kim sacando uno a uno los conjuntos de sus protectores para entregárselos a Jin y que pudiera verlos.

El chico observó cuidadosamente cada una de las diminutas prendas que su suegra le daba, eran la mayoría mamelucos suaves como pijamas, un traje de marinerito, un pantalón que hacía juego con una camisa verde, suéteres y muchísimos pares de calcetines con tiernos dibujitos. Toda la ropita olía a un rico suavizante de telas.

- ¿Las guardaste todo este tiempo? -preguntó Nam impresionado, tomó una playera amarilla y la puso en su pecho como para medírsela, pero era mil veces más chica que la que tenía puesta

- Claro que sí -contestó la mujer orgullosa

- Eras muy pequeño, Namie -dijo Jin enternecido tratando de imaginarse a su novio cuando era un bebé

- Yo no me acuerdo de nada...

- Tal vez ésto te refresque la memoria -la señora Kim abrió la bolsa grande que trajo ante la mirada curiosa de su hijo mayor.

Sacó un gran oso de peluche blanco como la nieve, de ojos negros adorables y un listón rojo alrededor del cuello con un moño en la parte de en frente.

Namjoon abrió los ojos como platos y estiró los brazos hacia su madre emocionado.

- ¡Teddy! -exclamó, ella le entregó al oso y lo envolvió entre sus brazos con tanta fuerza que casi parecía sacarle el relleno

- Cálmate, amor, lo vas a romper -dijo Jin risueño por lo infantil que RapMon estaba comportándose, realmente le daba ternura verlo así

- Se lo regaló mi padre cuando nació -comentó la señora Kim sentándose en una silla cerca de ellos- siempre fue su peluche preferido.

Ella tomó uno de los conjuntos que Seokjin tenía en su regazo y sonrió.

- ¿Cómo te has sentido, Jinnie? -preguntó la mujer al muchacho

- Bien, aunque he estado algo cansado últimamente

- ¿Todavía tienes antojos?

- Más que nunca -Jin rió apenado- a todas horas del día

Omma Jin || Namjin MPREGTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang