16. ¿Hasta pronto?.

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Justo cuando estaba por besar a mi otro novio: Shawn Mendes, un grito escandaloso hizo que me incorporará de inmediato en la cama arruinando aquel momento tan mágico y perfecto.

—¡Nos hemos quedado dormidos!

A una velocidad impresionante con sólo escuchar decir eso a mamá desde algún lugar de la casa bajé de la cama y tropecé con el cuerpo de Ryan tendido en el frío suelo.

—Ryan, Ryan —le llamaba mientras lo movía con mi pie—. ¡Idiota!

Se incorporó de la misma manera que yo hace unos segundos y talló sus ojos para después verme.

—¿Qué?

—Nos hemos quedado dormidos —informé ya frente a mi armario buscando la ropa que había alistado desde ayer por la noche.

Sólo pronunciar eso bastó para que Brianna, Noora, Cristina y Salma se levantaran de golpe para comenzar a correr por todos la casa como el resto de todos.

Ya vestida y aseada bajé las escaleras con mi bolso y maletas para dárselas a papá y que las subiera a la camioneta.

—¿Es todo?, ¿No olvidamos algo?

Todos negamos y mamá habló:

—Los contaré y les veré las caras no quiero olvidar a alguien.

Empezó de izquierda a derecha dando conmigo.

—Están todos, vámonos ya.

Comenzamos a subirnos y al ir muchos tuvimos que sentarnos unos arriba de otros. Media hora después nos encontrábamos en el aeropuerto bajando el equipaje a toda prisa, nos despedimos de los abuelos y corrimos hacia la sala de espera. Mamá fue junto a papá a preguntarle a una joven sobre el vuelo y ésta le dijo que diez minutos más y abordaríamos, claramente después de pasar por seguridad.

—Nat ¿estás bien?

—Si... En realidad no. Travis no llega —respondí a Noora.

—Tranquila no ha de tardar.

Asentí en respuesta aún no muy segura.
Travis no ha de tardar, no me fallaría, no me dejaría ir sin despedirnos.

—¡Kevin! —chilló Brianna quien saltó a brazos de Kevin el cual acababa de llegar.
Me dirigí a él y pregunté:

—¿Y Travis?

—¿No está aquí?

¿Qué?
Negué rápidamente y sólo miré como se tensó.

—¿Dónde está?

—Me dijo que él se vendría por su parte.

—¿Cuándo te lo dijo?

—Ayer por la noche. Fuimos a una discoteca y eso me dijo antes de que yo me fuera de allí.

—¿Dejaste a Travis solo en una discoteca? —exclamé.

—Si, lo siento, sé que estuve mal pero no quería irse y yo tenía que madrugar para venir a despedirme de ustedes.

¿Dónde estás Travis?

—Natalie, tranquila. No ha de tardar.

—¡No me pidas que me tranquilice, maldita sea!

—Hija, es hora —informa mamá.

Mi pulso se aceleraba cada vez más, estaba realmente nerviosa. Miraba hacia todos lados rogando por encontrarme con la mirada de Travis, viendo a Travis correr hacia mi... Pero no, él no estaba aquí.

Pídele Que VuelvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora