Capitulo 19

184 21 2
                                    

Ya que Sungmin ha sido liberado, no he sido capaz de dormir. Hay pesadillas infinitas y figuras oscuras gravitando sobre mi cama. El olor de humo dulce, persistente. El maullido del condenado gato en mi puerta del dormitorio. Algo tiene que hacerse. No tengo miedo de la oscuridad; siempre he dormido como un tronco, y he estado en más de mil partes de lugares oscuros y peligrosos. He visto la mayoría de las cosas por la que debería tener miedo en este mundo, y en verdad, lo peor de ellos es te hacen temer a la luz. Las cosas que tus ojos ven claramente y no pueden olvidar, son peores que las acurrucadas figuras oscuras dejadas a la imaginación. La imaginación tiene una memoria pobre; se escabulle y se vuelve borrosa. Los ojos recuerdan por mucho más tiempo.

¿Entonces por qué tengo escalofríos por un sueño? Porque se sintió auténtico. Y porque he estado allí por demasiado tiempo. Abro mis ojos y no veo nada, pero sé, sé, que si meto mi brazo debajo de mi cama, algún brazo putrefacto saldría disparado desde debajo y me arrastraría al infierno.

Intento culpar a Sungmin de estas pesadillas, y luego intento no pensar en él para nada. Olvidar la manera cómo terminó nuestra última conversación. Olvidar que el me encomendó la tarea de recuperar mi athame y, después de que lo haga, matarlo con eso. El aire abandona mis fosas nasales en un rápido bufido del mismo modo que pienso las palabras. ¿Por qué? ¿Cómo puedo hacerlo?

Así que no lo haré. No pensaré sobre eso, y haré de la dilatación mi nuevo pasatiempo nacional.

Me duermo en medio de historia universal. Afortunadamente, el Sr. Ban nunca se daría cuenta ni en un millón de años, porque me siento atrás y él está parado junto a la pizarra blanca lanzando peroratas sobre las Guerras Púnicas. Probablemente estaría realmente atento, si yo pudiese permanecer consciente durante el tiempo lo suficiente como para sintonizarme. Pero todo lo que obtengo es cabeceo, un dedo en mi oreja, despertar bruscamente. Luego se repite. Cuando la campana timbra finalizando el período, me sacudo y parpadeo mis ojos una última vez, me levanto de mi escritorio y me dirijo hacia el casillero de Yesung.

Me apoyo contra la puerta al lado de la suya mientras él guarda sus libros dentro. Él evita mis ojos. Algo le molesta. Sus ropas están también mucho menos arrugadas de lo usual. Y se ven más limpias. Y hacen juego. Se está poniendo su mejor ropa para Victoria.

"¿Es gel lo que está en tu pelo?" bromeo.

"¿Cómo puedes estar tan alegre?" pregunta. "¿no las has visto las noticias?"

"¿De qué hablas?" pregunto, decidiendo fingir inocencia. O ignorancia. O ambas.

"las noticias," susurra. Su voz es más baja. "El tipo en el parque. El desmembramiento." Él echa un vistazo alrededor, pero nadie le presta atención, como siempre.

"Piensas que fue Sungmin," digo.

"¿No lo crees tú?" pregunta una voz en mi oreja.

Doy vueltas. Victoria está sobre mi hombro derecho. Ella se muda al casillero al lado de Yesung, y puedo notar por la manera en que me miran que ya han discutido esto extensamente. Me siento atacado, y un poquito lastimado. Me han omitido del lazo. Me siento como un mocoso petulante, lo cual a su vez me disgusta mucho.

Victoria sigue. "No puedes negar que es una coincidencia extrema."

"No niego eso. Pero es una coincidencia. El no lo hizo."

"¿Cómo lo sabes?" ambos me preguntan, y no fue tan bonito.

"Oye, Victoria."

La conversación se detiene abruptamente cuando Amber se acerca con un grupo de chicas. A algunas no las conozco, pero dos o tres están en clases conmigo. Una de ellas, una morena bajita con cabello ondulado y pecas, me sonríe. Todas ignoran a Yesung completamente.

Sungmin vestido de sangre (Adaptación )Where stories live. Discover now