Nada es para siempre

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César aún no estaba despierto, había murmurado con los ojos cerrados y pensaba que estaba en casa, con Victoria. Cuando abrió los ojos, dio un respingo, se acordó donde habia dormido. La sonrisa de Vivian le daba muy mala espina, vio su teléfono en las manos de ella y cerró los ojos rogando al cielo, que no sea lo que estaba pensando.

-Que haces con mi teléfono? -Inquirió fastidiado.

-Te llamaron, te pasé la voz y como no despertabas, contesté. -Cesar palideció y le arrancó el teléfono de la mano a Vivían.

-No tenías porqué contestar. -Murmuró revisando las últimas llamadas, al ver que había sido Victoria, maldició. -Maldita sea. Que le dijiste? -Gruñó.

-César tranquilizate, solo le dije que estabas dormido y que te despertaria. -Habló con inocencia.

-Eres una... Mira Vivian, esto es demasiado. Entiendelo de una buena vez, tu y yo no vamos a volver nunca! NUNCA. -Sentenció. Empezó a marcar el número de Victoria y lo mandó al buzón. Maldició mil veces, que demonios estaría pensando ella, se preguntaba. -Si Victoria creyó algo que no es, tú me la vas a pagar! No quiero volver a verte, no me llames, no me busques ni nada. Mandaré un abogado para todo lo respecto a mi hija y el divorcio. Adiós.

-Cesar... Espera... Por favor. -Lo siguió hacía el piso de abajo. -No te vayas así por favor... Mi amor yo...

-Yo no soy tu amor, ya no!! Se acabó! No te amo, hace mucho tiempo dejé de hacerlo, te tenía un cariño y respeto pero ya no... No sé que le has dicho a Victoria, pero si ella no cree en mi, te lo haré pagar. -Salió de la casa dando un portazo.

-Maldita mujer... -Se echó a llorar de rabia.
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Victoria había llorado y maldecido a César. Como fue capaz de hacerlo eso? Se repetía mil veces. Para ella estaba claro que todo el tiempo que César iba a 'ver a su hija' se lo había pasado en la cama con su ex mujer. Se sentía engañada, él le estaba mintiendo todo ese tiempo mientras ella creía en él.

Cuando pudo pensar con claridad, cogió una pequeña maleta y empezó a meter sus cosas y las de sus hijos. Se iba de esa casa ya mismo.

-Eres un maldito cabrón. Te odio César, te odio. -Lloraba mientras seguía haciendo la maleta.

El teléfono de la casa empezó a sonar y ella contestó pensando que quizas era Chava, después de todo se había fijado que su celular se había destruido.

-Bueno. -Dijo en voz alta, Cesar tomó aire, estaba enojada.

-Mi amor... Soy yo, tu celular está apagado y...

-Vete al infierno! -Gritó y colgó.

César cerró sus ojos con fuerza y se culpó por haber auxiliado a Vivian. Siguió manejando pero aceleró, tenía que hablar con ella.

...

Victoria estaba a punto de salir del departamento, llevaba la carriola doble de los pollitos, su cartera y una maleta colagada al hombro, iba con las justas.

Gracias a Dios que José Eduardo lo habia mandado al colegio si no, hubiese visto todo eso. Pensaba ella.

Sacó las llaves del departamento de su llavero y las dejó en una mesita, cuando volteó para salir, dio un respingo, ahí estaba César, con los ojos llenos de lagrimas.

Los pollitos al verlo sonrieron y le estiraron los brazitos para que los cargara. Él se inclinó a darles un beso a cada uno, no daba crédito a lo que estaba viendo. Su amor, su mujer, la madre del bebé que estaba esperando, se marchaba de su lado. Que estúpido había sido, como iba arreglar aquello, cuando sus ojos se encontraron de nuevo, él sintió un dolor en el pecho al verla con los ojos hinchados y rojos. Que era lo que estaba pensando!? Dios mío, no quería ni imaginarse.

UN AMOR FUERA DE FICCIÓN V&CWhere stories live. Discover now