"Un golpe...de suerte"

Parte 1

Capitulo 1

Salí del bar, enseguida el aire envió a mi embriagado cerebro un mensaje alto y claro de "mañana tendrás un día terrible, tú te lo buscaste" – espera osito, no puedo caminar con estos zapatos- la voz nasal de Ashley me irrito más que nunca.

Solté su mano y me di vuelta para tenerla frente a mi, sus ojos enrojecidos y su rimel corrido me advirtió que yo no era el único que había tomado de más esta noche.

-fuiste grosera, Adam es mi mejor amigo de la universidad, como puedes decirle a su cita Cindy que su vestido es barato-es que lo era osito- me contesto haciendo morritos, no me malinterpreten Ashley era una hermosa mujer trabajaba como modelo, la conocí hace 8 meses en mi gimnasio cuando vino a entrenar con un grupo de amigas, en ese momento ese gesto me hubiera parecido sexy ahora entre la bruma del alcohol y el enojo que sentía me parecía bastante desagradable. Comencé a caminar hacia mi departamento ya que el bar donde siempre nos reuníamos con Adam estaba solo a unas cuadras, además necesita eliminar el alcohol de mi sistema. Podía escuchar sus tacones golpeando en la acera siguiéndome. Al llegar a la esquina pude ver dos personas iluminadas tenuemente bajo la farola que se encontraba en la entrada de mi edificio, parecían encontrarse en una discusión. Al acercarme me di cuenta que era mi vecina del piso de abajo, la chica gordita que siempre saludaba Emi o Aimi no podía recordar su nombre. Tenia los brazos cruzados sobre su pecho y el hombre con el que estaba se metía dentro de su espacio personal razón por la cual ella constantemente daba un paso hacia atrás. Estaba prácticamente borracho y teniendo en cuenta que no lo había estado desde mi segundo año en la universidad y la distancia en la que me encontraba no podía distinguir que era lo que decían pero ella no parecía asustada. Ashley logró alcanzarme y tomo mi mano, esta vez no la separe. Nos acercamos a la entrada. Pase por su lado mirando, buscando en ella una señal de ayuda pero nada ni siquiera me miro seguía abrazándose fuertemente y mirando el piso. El idiota con el que estaba al vernos de reojo se quedo en silencio mirándola fijamente. Ashey trastabillo en el segundo escalón de la entrada y tuve que atraparla para que no cayera de narices. Nunca más iba a tomar, había sido un maldito atleta toda mi vida. Yo no tomaba, no fumaba y no me drogaba pero hoy había necesitado el coraje liquido o hubiera ido preso por matar a mi ligue. Después del tercer intento pude abrir la puerta de entrada, apreté el botón para llamar al ascensor, vivía en un quinto piso. En un día común subía y bajaba por las escaleras pero hoy definitivamente no era uno de esos. Las puertas se abrieron y entramos. Apoye mi cabeza que comenzaba a doler como un demonio en la pared del elevador Ashley se recostó sobre mi hombro izquierdo, las puertas comenzaban a cerrarse cuando se escucho una voz grave decir – Eimy... Eimy déjame explicarte- y vi como mi vecina ingresaba al ascensor dejando a su acompañante llamándola afuera. Eimy ese era su nombre... era lindo...ahora lo recordaba. 

Subimos en silencio mientras yo miraba su espalda, el ascensor estaba revolviendo mi estomago. Cerré los ojos tratando de componerme. Cuando escuche el timbre que indicaba que habíamos llegado a su piso y antes de que las puertas se abrieran le pregunte casi en un susurro- Eimy ¿estas bien?- estaba borracho pero no inconsciente pude ver el momento exacto en donde su espalda se tenso al escuchar mi voz, salio del elevador y antes de que las puertas se cerraran giró y con los ojos llenos de lagrimas no derramadas me dijo – voy a estarlo, gracias Jay.

Las puertas se cerraron y me di cuenta que estaba sonriendo. La única que me llamaba Jay era mi mamá... me la había recordado. Los ronquidos de Ashley en mi oído me despertaron del trance justo cuando las puertas se abrían en mi piso.