Wolf (Jainico-Omegaverse).

18.-

POV Omnisciente

Siete meses después

Su hija había nacido bien y eso era lo que más agradecía Nicolás. Este y Dean estaban encantados con Faith, quien es una bebé muy sana y fuerte en realidad. Se sabía que ella iba a ser híbrida, pero todavía no se podía saber si ella iba a ser omega o beta.

En esos siete meses, el pequeño moreno había tenido la suerte de que nunca se había encontrado con el enojón, y eso era lo segundo que más agradecía.

El pequeño moreno al menos no tendrá su celo hasta en un tiempo más, cosa que era buena para él y para Dean.

No eran novios, eran mejores amigos pero el oji-verde haría lo que sea por él, hasta ser el otro padre de su hija.

El pequeño moreno en ese momento estaba paseando con su hija. Esta estaba en su cochecito, jugando con un peluche de conejo mientras se reía, causando que el moreno sonriera.

El moreno se giró un poco, sólo siendo precavido por si acaso. Así que cuando volvió a mirar al frente, alguien estaba cargando a su hija, causando que se tensara.

-Hola cariño.-Murmuró Jaime, observando a la bebé por unos segundos para después mirar al moreno, causando que supiera que le decía a los dos.

-J-Jaime.-Dijo Nicolás, no pudiendo creérselo.

-Y esta bebé quién es?.-Dijo el enojón con una leve sonrisa, acariciando un poco la mejilla de Faith.-Hija de algún amigo?

El pequeño moreno tragó un poco de saliva y habló.

-Es mi hija.-Respondió el moreno después de varios segundos, causando que el señor Navarro sintiera un dolor por todo su cuerpo, pero obviamente no podía odiar a aquella bebé.

-Tu hija? Tu hija y de quién más?.-Preguntó el híbrido, sintiendo como la hija de Nicolás acariciaba levemente su barba, causando que sonriera un poco, sintiéndose mejor.

-Mía.-Dijo Dean, quien había llegado recién, causando que Jaime lo mirara fijamente a los ojos.

Todo se quedó en silencio por unos segundos.

-Cómo se llama?.-Cuestionó el señor Navarro, intentando concentrarse en la bebé.

-Faith Viktoria Winchester Gaule.-Respondió el oji-verde, mintiendo.

Al final sí le colocaron el apellido de Jaime, pero obviamente este no lo podía saber.

-Faith.-Dijo Jaime, causando que la bebé lo mirara con curiosidad.-Me gusta.

El híbrido le dio un leve beso en la frente a la bebé, causando que esta riera, haciendo que el señor Navarro sintiera un relajo por todo su cuerpo al escucharla.

-Supongo que los estoy molestando.-Dijo el enojón, cargando a Faith por unos segundos más para luego pasársela a Dean, ya que se notaba que la bebé quería ver todo desde afuera, no desde el coche.

Apenas se la pasó, Faith comenzó a llorar y estiró sus manos hacia Jaime, causando que este estuviera algo confundido.

El enojón acarició la pequeña mano de la hija de Nicolás y esta le tomó el pulgar, no queriendo soltarlo.

-Supongo que le agradaste.-Dijo Nicolás, bastante nervioso.

-Sí, tal vez.-Dijo Jaime, observándolo por unos segundos para después mirar a la bebé.-Debo irme.

El enojón hizo que la bebé lo soltara y esta comenzó hacer puchero.

-Deberían tener cuidado con eso, no puede agradarle tanto los extraños.-Dijo el enojón, causando que Dean y Nicolás se miraran.

Hasta Faith sabía que Jaime no era un extraño, era su otro papá.

-Adiós.-Dijo el híbrido, observando un poco a la bebé y luego a Nicolás para después irse, causando que la bebé se pusiera inquieta.

El híbrido obviamente desapareció, causando que el oji-verde dijera lo que pensaba mientras cargaba a Faith.

-Deberías decirle.-Dijo Dean, siendo completamente sincero con él.

-Dean...

-Sé que él te hizo mucho daño, y no te digo que lo perdones, pero tiene derecho a saber que Faith es su hija.-Dijo el recién nombrado, mirándolo fijamente a los ojos.-No creo que le haga algo malo si simplemente no quiere tener una hija, sólo dejará que nosotros la criemos, pero qué pasa si en verdad quiere ser parte de su vida? Debes dejarlo ser parte de esto.

El pequeño moreno lo observó por unos segundos y cargó a su hija.

-Lo sé.-Murmuró Nicolás, con una pausa.-Lo pensaré.

Dean asintió y el pequeño moreno le pasó el peluche a su hija. Esta tomó el peluche y rió por unos segundos, causando que el pequeño moreno sonriera.

-Te gusta tu peluche, amor?.-Preguntó el moreno, casi en un tono agudo y delicado, causando que Faith se volviera a reír.-Quieres otro? Quieres que te compremos un millón de peluches de conejos?

Su hija hizo casi un grito de felicidad, causando que el moreno estuviera feliz también.

-Vamos a casa a jugar con todos tus juguetes.-Dijo el pequeño moreno, cargándola seguramente mientras que Faith mordía un poco su peluche.

Mientras que caminaba hacia la casa, Dean llevaba el cochecito de Faith. Era más fácil usar su velocidad vampira pero no iba a dejar a su amigo solo, así que sólo caminaba.

El enojón llegó a su casa y vio a todos en el living. Manu estaba hablando con Edgar, el híbrido todavía no entendía cómo estos no estaban juntos, Oscar y Alexander estaban tomando un poco y faltaban Naiko y Keke.

-Me encontré a Nicolás.-Dijo Jaime de repente, causando que todos lo miraran por unos segundos.

-Si? Y qué pasó? Hablaron?.-Preguntó Edgar, tampoco sabiendo nada del moreno hace mucho tiempo. Manuel no le había contado a nadie la verdad de ese día que se encontró con Nicolás.

-Tiene una hija con otro weón.-Respondió el enojón, sentándose en un sillón solo.-Y ni siquiera puedo odiar a la bebé porque es adorable.

-Adorable? A qué te refieres?.-Cuestionó Manuel, causando que Edgar se sorprendiera de que no haya dicho nada de que Nicolás tenía una hija,

-La cargué y me hizo cariño.-Dijo el híbrido, siendo sincero con ellos.-Se rió y yo simplemente no pude quedarme serio, tuve que sonreír al escucharla. Y cuando se la pasé a ese weón, se puso a llorar y quería volver a mis brazos. Le hice cariño en la mano y me tomó el pulgar y no me quiso soltar.-Se tomó otra pausa.-Acaso hay algún mes donde tengan preferencia a los extraños o algo así?

-Hay unos meses en que les da igual los extraños y los padres, pero no que prefieran a los desconocidos antes  los papás.-Dijo el ruloso, causando que el enojón estuviera confundido.

-Qué raro.-Dijo el señor Navarro, con el ceño fruncido y pensando un poco más en aquello.