Wolf (Jainico-Omegaverse).

27.-

POV Omnisciente

Dos semanas después

Todo se había ido a la mierda ese día.

Encontraron a las brujas y realmente fue difícil matarlas, pero el ruloso todavía no salía de aquél hechizo en realidad, causando que Manu no pudiera volver a la casa todavía.

Pero había sucedido algo peor.

Antes de haberlas matado, estas gritaron unas palabras en latín, o al menos eso creía que era el moreno, para luego hacerlo desaparecer.

Y apenas se dio cuenta, estaba en una casa desconocida y estaba al frente de un computador, editando un video?

No sabía dónde mierda estaba, pero estaba seguro de algo.

No estaba en su mundo.

Se desesperó de inmediato y salió de la habitación. Caminó un poco y vio a un señor y a una señora.

Eran sus papás.

-Nico, qué te pasó?.-Preguntó su mamá preocupada, tocando un poco la sangre que tenía este en la frente.

-Nada.-Respondió Nicolás, no sabiendo qué hacer o decir.

Debía volver. Tenía que estar con Faith y Jaime, no ahí.

-Déjame ir a buscar un poco de alcohol y...

-Dónde está el Jaime?.-Preguntó el moreno de repente, causando que su mamá lo mirara confundida.

-Estará en su casa?.-Cuestionó su madre, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Acaso iba a venir hoy? No me dijiste, Nico, pude haber cocinado algo...

No dejó que siguiera hablando cuando volvió a su habitación y cerró la puerta con seguro.

Se sentó en la silla que estaba antes y tomó su celular.

Justo le llegó un mensaje de Jaime.

"Oye weón, terminaste de editar ya para que después subas el video? Estos weones ya andan llorando" le envió el enojón, causando que supiera que ese no era su Jaime. "Ah, y tu pc está listo para el live largo de mañana?"

No sabía qué responderle en realidad.

"Yapo weón, contesta" le mandó Jaime después de unos segundos.

"Necesitamos juntarnos" escribió Nicolás para luego enviárselo.

"Ya... con el Edgar también?" le preguntó el enojón, a los pocos segundos.

"Sí" contestó el moreno, entendiendo que el ruloso no era "malo" como en su mundo.

Una hora después

Tocaron la puerta de su habitación y se levantó de su asiento, le quitó el seguro a su puerta y vio al enojón y al ruloso. Estos se preocuparon al ver la sangre seca de Nicolás en la polera de este.

-Nico, weón, qué te pasó?.-Preguntó Edgar. Ni siquiera la mamá del moreno sabía qué había pasado.

-Podemos hablar en otra parte?.-Cuestionó Nicolás, colocándose un polerón para evitar que más gente viera las manchas de sangre.

-Nico, nos puedes decir por qué tanto misterio?.-Preguntó Jaime, con el ceño fruncido.

-Puedes sólo seguirme?.-Dijo el moreno en una pregunta, causando que su "novio" suspirara y asintiera.

Fueron al living, sólo para salir de la casa cuando una desconocida entró y lo besó, causando que se separara de inmediato.

-Nico, quién te hizo eso?.-Preguntó la extraña, causando que estuviera algo incómodo.

Al parecer era heterosexual en ese mundo.

-Eh, nadie.-Respondió Nicolás, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Ahora te puedes ir.

-Nico! No trates así a la...

-No tengo tiempo para esto.-Dijo el moreno, saliendo de la casa, causando que sus amigos lo siguieran de inmediato.

Fueron a un parque y se sentaron en el pasto, causando que sus amigos esperaran a que el moreno dijera algo.

-Yapo Nico, dinos qué pasa.-Dijo Jaime, desesperándose un poco, ya que el pequeño moreno no les decía nada.

-Este no es mi mundo.-Dijo Nicolás, después de varios segundos en silencio.

-Ya weón, qué te fumaste?.-Preguntó Edgar, no sabiendo si enojarse o reírse en realidad.

-En mi mundo hay vampiros, hombres lobos, brujas y weas sobrenaturales.-Siguió hablando el moreno, causando que el enojón se molestara.

-Oye Nico, si te querías juntar para ser un aweonao...

No siguió hablando cuando vio los ojos del moreno cambiar de café a dorado y luego de dorado a violeta.

-Mierda.-Murmuró Jaime, luego de varios segundos.-Cómo mierda hiciste eso? C-Cómo...

-Es verdad.-Dijo Edgar, notando como el moreno sacaba sus colmillos.-Mierda, Nico, hazte parecer normal otra vez, esa wea no es de acá.

El pequeño moreno hizo lo que el ruloso dijo y todo se quedó en silencio por unos segundos.

-Entonces... en verdad eres de un mundo donde hay todas esas weas?.-Preguntó Edgar, después de varios segundos.

-Sí.-Respondió Nicolás, siendo sincero con él.

-Y cómo llegaste acá?.-Cuestionó el ruloso, mirando su alrededor sólo para ver si hay alguien cerca.

El pequeño moreno suspiró y comenzó a contarles casi toda su historia. Desde que conoció a su alfa hasta la muerte de las brujas.

Claro que también les contó de Faith.

-No weón, ustedes dos me quieren webear.-Dijo Jaime, negándose completamente a creer aquella historia.-Se coordinaron y contrataron a un weón o algo para hacer el cambio de color de ojos y...

-Jaime, este Nico no tiene el tatuaje en el antebrazo.-Dijo Edgar, con una pausa.-Ni que fuéramos a taparle con maquillaje esa wea.

-Y bueno, tengo esta marca.-Dijo Nicolás, sacándose el polerón y subiéndose un poco la polera para que vean la recién nombrada.

El enojón la observó por unos segundos y la tocó, causando que el pequeño moreno se estremeciera.

-No la toques.-Gruñó Nicolás mientras tenía sus ojos violeta y se colocaba bien la polera y luego se colocaba el polerón otra vez.

Se relajó y a los pocos segundos sus ojos volvieron a ser los normales.

-Bien, qué vamos a hacer con el canal?.-Preguntó Edgar, causando que el enojón frunciera el ceño.

-Tenemos a un Nico híbrido de otro mundo y preguntas esa wea? La mejor pregunta sería qué vamos a hacer con él? No sabe nada de nuestras vidas.-Dijo Jaime, todavía con el ceño fruncido.

-Tú eres más enojón que mi Jaime.-Dijo Nicolás, causando que su "alfa" lo observara por unos segundos.

-Sí, bueno, tu Jaime debe estar completamente equivocado al estar contigo.-Dijo el enojón, estresado, causando que el pequeño moreno se quedara quieto por unos segundos para luego desaparecer.

-Muy bien hecho, Jaime.-Dijo Edgar sarcásticamente, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Perfecto! Ahora cómo mierda lo encontramos?

-Yo qué sé.-Dijo el recién nombrado, pasándose sus manos por su cara para luego intentar pensar en algo.