Capítulo 13✔

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Estaba durmiendo cuando Matías dejó un enorme libro en mi mesita de luz

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Estaba durmiendo cuando Matías dejó un enorme libro en mi mesita de luz. Se había ido con el mismo sigilo con el que había entrado. Ahora eran las cinco de la tarde y no tenía nada que hacer. No había salido casi de la cama por el insoportable dolor, así que tuve que conformarme con estar acostada.

Giré, mirando el libro en la mesita.

Lo abrí sin pensarlo mucho.

Para mi sorpresa, contenía muchas ilustraciones de criaturas que pasé sin detenerme demasiado. Hadas, enanos, duendes, dragones, sombras... Seguí avanzando, hasta que hallé el comienzo del libro escrito.

CAPÍTULO UNO.

Existen millones de poderes, pero se concentran en los cuatro poderes centrales: Viento, Agua, Fuego y Tierra. Con ellos, existe el equilibrio que permite que tanto: criaturas -las mencionadas anteriormente- como humanos, subsistan.

Entre la gente con magia existen dos clases: las que poseen solo uno y las superiores, que poseen un poder central más otro cualquiera. Nacen muy pocos de los últimos, y es posible que entre superiores en magia no se topen en la vida. Pero si se da, la magia que tienen ellos, en un mismo lugar y tiempo, sería muy peligrosa y con un razón...

Dejé de leer. ¿Eso quería decir ser un "superior en magia"? ¿A eso se refería Ray? ¿Tener dos poderes? Pero... ¿por qué yo no tenía un poder central? ¿O era porque de verdad no era una superior? ¿Y qué pasaba con Matías? ¿Qué poder central tenía él?

Salté un par de páginas, hasta ver el dibujo de una espada familiar. Marqué una esquina de la hoja y observé con detalle. Sí, era mi potestatem sin duda. El copo de nieve se distinguía en la hoja, y más abajo, en otro dibujo, estaba la de Javier con la llama de fuego.

Comencé a divagar.

¿Podría ser que mi espada tuviera ese símbolo por mi poder? Y si era así... ¿eso quería decir que Javier...?

Contuve el aliento y los poderes centrales resonaron en mi cabeza como un eco. Viento, Agua, Fuego y Tierra. Fuego. Javier tenía el elemento Fuego. Tenía un poder central, por eso era un superior en magia como había descubierto el primer día, porque su otro poder era percibir magia.

Cerré el libro de golpe y me senté, repentinamente sudorosa. La habitación se me antojó pequeña y el aire pesado. Necesitaba salir. Necesitaba contárselo a Matías.

─¿Se cancela la clase? ─preguntó una niña haciendo un puchero

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─¿Se cancela la clase? ─preguntó una niña haciendo un puchero.

El mayor campista de la clase asintió.

─Robin está internado con Kate por la pelea con la mantícora. No podrá dar clases en un par de días.

El túmulo de campistas de diferentes edades se miraron entre sí y se fueron con los hombros caídos.

Voltee hacia Taylor que estaba a mi lado. Tenía las pupilas dilatadas.

─¿Y ahora qué? ─le pregunté.

─¿Quieres ir a algún lado?

Fruncí el ceño.

─¿No hay que ir a otra clase o algo así?

Metió sus manos en los bolsillos de su short y miró el bosque frente a nosotros.

─En un rato más tengo que ir a dar clases de arquería ─dijo con aire ausente, parecía estar pensando algo.

─Espero que no te ataquen de nuevo, porque no voy a estar para salvarte.

Me miró con una ceja alzada (¡¿Ella también podía hacerlo?! ¡Por favor!).

─No te des tanto crédito, Mati.

─Pudiste morir, pero te salvé -alegué, haciéndome el ofendido.

─Sí, trepado en una reja y gritando, según cuentan algunos.

Me encogí de hombros.

─Te salvé de todas formas, Sweet.

Sus ojos ámbar me miraron fijamente. Arrugué la frente y di un paso atrás, incómodo. Ella pestañeó y si no fuera porque su pelo se le fue a la cara, juraría verla sonrojada.

─Como sea, cuando estaba en el muro vi un lago ¿dónde queda?

Me dio la impresión que agradecía mi cambio de tema.

─Está al lado de la cabaña donde enseña Balt ─informó alegre. Comenzó a caminar─. ¡Vamos! Te lo presentaré.

No tenía idea de quién sería él, pero la seguí.


...

Se viene se viene...

Emily.

Emily

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Campamento DeíteWhere stories live. Discover now