Prologo

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Nuevo curso, viejos compañeros, segundo semestre en la preparatoria local.

¿Lo único que se podía escuchar por toda la cuadra?

El grito de dos chicos, dos de los cuatro protagonistas ¿de que discutirán?

De cosas sin importancia, parecía que ambos estaban más concentrados en gritar que de prestar atención al camino frente a ellos.

El de sudadera azul con ojos negros recibiendo el nombre de Tom, estaba añada de perder la paciencia y moler a golpes al de sudadera roja y cabello que parecía querer imitar dos cuernos, perteneciente al chico de nombre Tord, quien se podía distinguir de forma más sencilla por el acento extranjero que portaba.

El chico de mentón cuadrado que les miraba sonriente y tranquilo siguiéndoles el paso, era Matt.

Un muchacho que era el mejor amigo del dúo desastre y que era el único que fue bendecido con una paciencia que los de los dioses para seguir a su lado sin titubeos o dudas.

Los tres estaban tan concentrados en la discusión, que no notaron la presencia del chico castaño que caminaba de forma tranquila hasta que recibió el puñetazo de Tom dirigido hacia Tord.

El de sudadera verde los miro por el rabillo del ojo y continuó su camino acelerando el paso.

Le restaron importancia y continuaron el sendero ya normal para todos, llegaron a la escuela con una extraña tranquilidad que dejó pasmados a todos.

Tomaron sus respectivos así es y de la puerta entro el maestro con un chico a lado de el, exactamente el mismo que recibió el golpe y tenía una sudare verde, un chico que casi la calma se derramaba de su alma, pues la paciencia con la qua caminaba, el aura que le rodeaba y la expresión de felicidad demostraba la inocencia que se podía aprecias aún en su ser, pues sus ojos perecían decir

"Soy un libro abierto"

-muy bien chicos, hoy solo tenemos a un nuevo compañero que se incluirá al plan académico de esta institución ¿por qué no te presentas?-

Se encogió de hombros ante las palabras del maestro y dedico una sonrisa tan tímida y cautivante, demostrando que no quiere impresionar a nadie pero con la necesidad de un amigo.

-ah...mucho gusto, soy Edward Gould, pero me pueden decir Edd y espero que nos llevemos bien -

Y esa tranquilidad de sus palabras, lo que despertó el interés de los dos chicos más problemáticos del salón y llamó la atención de cierto narcisista que había quitado por segundos la mirada del espejo.

{{El Chico nuevo}}Where stories live. Discover now