Ƹ̴Ӂ̴Ʒ : Capítulo 4

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Ƹ̴Ӂ̴Ʒ  Capítulo { 4 } Ƹ̴Ӂ̴Ʒ 

Oliver

Su padre había desaparecido por completo luego del fallecimiento de su madre. No estuvo ni en el hospital, ni en los últimos segundos de vida de la mujer que amaba. Ese día, luego de concurrir al velorio, Oliver llegó a casa y lo único que encontró fue una nota en la mesa junto con un ramo de flores. 

« Lo siento Oliver, ahora mamá y tú son  lo único que tengo y no quiero verlos sufrir conmigo. Tu madre es  una mujer fuerte, la acorralé con mis deudas y aún cuando sabía que ella sufría, no hice nada.

Ahora lo único que tendré de ella es mi nueva billetera, lo sé, es deprimente. Lamento no explicarte esto en persona, pero las amenazas caen sobre mí cada vez más fuerte y no quiero que terminen con lo único que tengo. Dile a tu madre que la amo de mi parte. Por favor, no me busques y cuídate, por favor.

—Papá »

Se apoyó contra una pared y se dejó caer hasta tocar el suelo, dejó que las lágrimas cayeran sin cesar de sus mejillas. Releyó la nota y soltó un grito desgarrador que imaginaba que desde la calle se había escuchado. Se aferró a la letra horrorosa que tenía su padre, abrazó la nota.

Su padre no se enteraría jamás de que su madre había muerto. Él jamás se entero de que ellos cargaban con deudas, y aún así, le compraban todo lo que deseaba. Se arañó la piel de la ira que llevaba dentro, se odiaba a sí mismo de lo egoísta que había sido todo este tiempo.

Se abrazó a sí mismo y comprendió que ya no había nadie a su lado. Entonces corrió hacia la habitación de sus padres, encendió la luz y observó como la cama había sido hecha por su madre. Corrió la cocina y reparó en las tazas de café, recordó las madrugadas en las que ella se quedaba junto a él y lo ayudaba para las pruebas.

Arrojó todo al suelo. Dejó que las tazas de porcelana se quebraran, y con ellas todo el dolor y todos los recuerdos que había compartido con su madre.

¡ES INJUSTO! —exclamó dolorido y se llevó la palma de sus manos a su rostro—. ¿¡POR QUÉ A MÍ!?

Arrojó el vaso favorito de su padre, dejó que todo se rompiera como su alma se desasía en ese preciso instante. Gritó todo lo que pudo para tranquilizarse, y cuando finalmente pudo retomar su cordura, se sentó en el suelo y con delicadeza recogió los fragmentos rotos. Trató de unirlos.

—Mamá… Papá… ¿Por qué nosotros? ¿Por qué si éramos tan felices juntos?

Su celular volvió a vibrar, lo tomó entre sollozos y se advirtió a sí mismo. Se trataba de un mensaje nuevo.

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No estás solo.  

-------* Fin del mensaje *----

Su corazón recuperó esa rapidez que sentía cada vez que él miedo lo devoraba. Buscó de dónde provenía el número, pero sólo el nombre “Desconocido” se encontraba. Observó hacia ambos lados la casa y examinó todos los cuartos a la vez que caminaba en puntas de pie, obligándose a no se ruido.

Se encerró su cuarto y buscó su cámara en su cajón, pero no estaba allí. Rebuscó debajo de la cama, pero tampoco se hallaba tirada. No se le ocurrían más lugares.

Su celular vibró otra vez.

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¿Por qué buscas tanto tu futuro?

----------* Fin de mensaje *-----------

Oliver ya ni siquiera se animaba a respirar, observó a su alrededor.

—¿¡QUIÉN DEMONIOS ERES!? —se animó a gritar.

Nadie le respondió. Se quedó quieto por un momento. Comenzó a apretar los botones de su celular y le respondió:

«Si no estoy solo, ¿entonces con quien estoy?»

La respuesta no tardó en llegar.

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Estás con tu futuro.

--------* Fin de mensaje *----

Repentinamente las luces se apagaron. Del susto Oliver cayó al suelo y su celular aterrizó con él. Las luces volvieron a encenderse y ésta vez se encontraba en frente de él, su adorada cámara. Sin embargo, estaba hecha pedazos. Como si la hubiesen destruido con un martillo.

Su futuro se había desvanecido.

Ahora no tenía nada.

Ya no le quedaba nada.

—Estas fotos solo fueron mi error —pronunció una voz que provenía desde la misma habitación. 

Mariposas blancasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora