3-Química

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...

"¿¡¿KAGEYAMA QUE DEMONIOS?!?"

La cara de Kageyama estaba estática. Sus dientes estaban apretados entre sí. Sus ojos estaban entre abiertos. Sus puños estaban cerrados. Estaba temblando. Se veía como si estuviera llorando, pero solo  había un recorrido seco en su cara. Era como... si se le hubieran acabado las lágrimas.

Hinata corrió a por el bastón, el cuál estaba tirado en el suelo al otro lado del vestíbulo. Por suerte, no hirió a nadie de los que se encontraban allí, que se encontraban en completo shock. La acción de Kageyama consiguió que toda la atención de la sala se centrara en él. De la conmoción, al silencio. Todo el vestíbulo estaba en silencio. El chico de cabello naranja corrió de vuelta a Kageyama con el bastón es su mano. La gente los estaba mirando. Kageyama podía sentirlo. Y no le gustaba ni un poquito.

"¿Por qué no nos dejas ayudarte?" Le pregunto Hinata. Hubo una pequeña pausa.

"Porque no me hace falta ser ayudado." No. Kageyama no quería ser ayudado. O espera. ¿Puede que quería?¿No?... Su mente volvió a donde se encontraba. Solo no quería sentirse inferior de lo que ya se sentía. Incluso aunque todo lo que pudiera ver fuera una mancha naranja en un espacio negro, no quería creer que estaba ciego. No quería que nada de esto fuera real. Quería que esto fuera una larga pesadilla... una de las peores que habría tenido.

Hinata no quería decirle nada en este momento. Quería irse del hospital y llevar a su amigo a casa y consolarlo. Rápidamente se despidió y salió con el bastón en una mano, y la otra dirigiendo la silla de ruedas de Kageyama. Normalmente los pacientes no tienen permitido llevarse las sillas de ruedas a casa,pero... nadie quería enfrentarse a Tobio. Ya había pasado suficiente.

___

Era ya tarde y el cielo tenía un brillo naranja cubierto de nubes. Hinata se sabía muy bien la zona y tenía la sensación de que Kageyama no quería sentir como la gente le juzgaba, así que cogió por caminos no muy concurridos y que solían ser calmados y silenciosos. No hablaron por un  rato. Al rato, cuando Kageyama parecía más calmado, el silencio fue interrumpido.

"¡Hey!¿Tienes hambre?" Dijo Hinata con una voz alegre. Trataba claramente de librar la mente de Kageyama de las cosas de hoy. Como si eso fuera a funcionar.

"No." Respondió Kageyama directamente.

"¿Tieeeneeeeeeees... sed?"

"No."

"¿Tienes sueño?"

"No."

"¿Estás feliz?"

"No."

"¿Eres listo?"

"No-" Se dio cuenta.

"Hahaha. Te pille, Bakageyama." Hinata sonrió. Bueno, Kageyama sabía que lo hizo.

"...Cállate y llévame ya a casa, por favor." Lentamente la voz de Kageyama volvía a su tono normal. Se estaba relajando un poco más.

¿Acaba de decir por favor?

No importaba. Hinata no estaba contento con este extraño silencio. Necesitaba sonido.

¿Que digo que digo que digo... Voleibol? No no no. Eso le pondrá sentimental. ¿El equip-No, sigue siendo voleibol. ¿Colegio? No, ninguno de nosotros nos enteramos de que hablan. ¿Planes futuros? No, sigue siendo voleibol. Nacionales-no, voleibol...

...

"¿Cuando vuelve tu madre del trabajo?¡Quiero conocerla!"

¡Buena Hinata!

Esperanza en la Oscuridad (Cancelado)Where stories live. Discover now