Capítulo 8: Mírame

1.4K 104 58
                                    

Es otoño.

Las flores de los árboles estaban cayendo.

Yo las miraba desde la ventana.

Louis está detrás mío, mientras yo estoy entre sus piernas, recostado en su pecho.

Ambos dentro de la cama.

Acababa de tomar un baño.

Y ya no estábamos en aquella casa, regresamos a la de siempre.

Nada seguía igual.

Louis no fue a trabajar hoy.

Todo sucedió ayer.

Las lágrimas me caen de las mejillas mientras Louis trata de limpiarlas.

Así se siente tener miedo.

—Lo siento. —digo apenas, Louis suspira y escucho cómo se le acelera el corazón.

—No te disculpes.

—Me siento horrible. —susurro. Miro el yeso en mi pie izquierdo sin muchas ganas. —Tenías razón.

—¿Sobre qué?

—Dijiste que si él me hubiera tenido, querría estar muerto. —subo una de mis manos hasta que tocan la suya.

—No sé si sea bueno que hablemos de eso. —él me dice. —No te sientes bien.

—Me quiero olvidar de eso. —susurro. —Pero no puedo.

—Lo sé. —sus manos me empujan con suavidad para que me levante, lo hago enseguida.

—No te vayas.

—No lo haré. —lo veo acostarse en la cama, al lado mío, abre uno de sus brazos, invitándome a acostarme entre ellos. Me arrastro hasta él enseguida. No sé de otro lugar para sentirme más seguro, no sé cómo olvidarme de todo porque cada que cierro los ojos está ahí.

Y lo odio tanto.

Me escondo en su pecho, su perfume me tranquiliza tanto que me impresiona, lo adoro. Y me da miedo.

Me da miedo amar a Louis.

Porque no quiero que pase, no quiero quedarme en este mundo.

Pero si me voy ¿Qué le impide a ese loco buscarme?

Nada.

No le impide nada.

—Oye.

—Dime. —el ritmo de su corazón se acelera, las manos me tiemblan mientras una lágrima cae sobre el colchón.

—¿Y si llego a irme? —susurro. —¿Y si quiero irme algún día, qué va a pasar?

—Te voy a seguir cuidando, Harry. —me mira, siento sus ojos sobre los míos, tan pacíficos, tan tiernos.

Odiaba que me mirara así.

Pero en estos momentos era lo que necesitaba.

—Prometelo. —susurro, una de sus manos viaja a mi mejilla, su dedo índice me recorre con cuidado la piel.

—Te lo prometo.

☾︎


Son las tres.

Es la hora del almuerzo.

Louis no se había ido más que para unos asuntos demasiado importantes.

Pero no había dejado la casa.

Vendido | LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora