Capítulo 10: El Nombre

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Ha pasado sólo una noche desde que hablé con él.

No está, él sigue en su trabajo.

Son las 11 de la mañana según el celular que tengo en la mano. No tuvimos la cena al final, nos fuimos a dormir con muchas cosas en la cabeza.

Diane entra por la puerta de la habitación y me tiende una bolsa de papel.

—¿Quieres donas?

—Claro. —digo, ella se sienta en el borde de la cama mientras me ve abriendo la bolsa.

—¿Cómo te fue ayer? Louis salió con una sonrisa gigante esta mañana. —la sangre me sube a las mejillas enseguida.

—¿En serio?

—Claro, me dijo que andaba de buen humor. Es raro verlo así ¿Qué le dijiste?

—Nada.

—Harry... Sabes que no puedes mentirme.

—¿Sabes algo? Si algún día me dejas de interrogar voy a pensar que estas muriendo o te suplantó un alien. —se ríe.

—Harry...

—Le dije que... Podíamos intentarlo. —la veo abrir la boca, una sonrisa se hace enseguida en su rostro y yo aprovecho a darle una mordida a la dona.

—¿Hablas en serio? ¡Oh por dios! ¡Que emoción!

—Cálmate. Sólo es... Probablemente no pase nada.

—¿Por qué? No digas eso.

—A Louis... Le preocupa que esto sea sólo por lo que pasó y no porque yo lo quiera.

—¿Como agradecimiento, dices?

—Sí, él cree que puede ser algo así. —asiente.

—¿Y tú qué crees?

—No lo sé.

—Tú ya lo querías antes.

—No podría decirte.

—No era pregunta, Harry. Tú ya lo querías, pero esta cabecita —me pone el dedo sobre la sien —creía que no era así. Te tratabas de convencer que no, pero yo siempre vi lo mucho que te morías por Louis.

—Cállate. —murmuro. —No es cierto.

—Sí es cierto. —me dice. —Lo mucho que ocultabas que te daba felicidad ver las flores en tu cuarto todos los días. —frunzo el ceño.

—Eso sí me molestaba.

—Ah mira.

—Claro, es un desperdicio. —la veo levantar una ceja. —Es un desperdicio cortar tantas flores.

—¿Prefieres plantas?

—Supongo ¿no? Nadie te da plantas.

—Louis te puede dar lo que le pidas, a él le encanta darte cosas, lo traes mal, Harry, y lo sabes. Eres un poco egocéntrico. —levanto las cejas. —No te culpo, claro, mírate al espejo. —me rio enseguida. —Mierda Harry, ya quisiera yo verme como tú.

—Estás loca.

—Lo sé y te encanta. —sonríe, la veo levantarse de la cama y caminar hacia la puerta. —¿Quieres hacer un pastel?

—Claro.

☾︎

—Es así. —me dice, mientras hace una flor con una duya, una rosa casi perfecta. —Despacio, pegas, subes y bajas. Listo, un pétalo.

Vendido | LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora