Nueve vidas (IronFrost - Traducción)

4. Adaptarse

Disclaimer : ¡Nada me pertenece! Los personajes pertenecen a Marvel y la historia a MaverikFlame (esta es una traducción).

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4. Adaptarse

Era difícil husmear a través de documentos clasificados sin pulgares oponibles, pero se las había arreglado.

Había estado acechando el pasillo únicamente con este propósito, esperando a que alguien abriera la puerta de la oficina lo suficiente como para deslizarse dentro, desapercibido y desatendido. Había sido ridículamente fácil, ya que nadie esperaba que un gato revelara sus secretos.

Se centró en los archivos concernientes a los Vengadores, abriendo gavetas, sacudiendo y tirando a un lado papeles con sus garras y colmillos. Su reserva de magia aún estaba demasiado baja y era demasiado valiosa como para desperdiciarla en algo como esto, incluso aunque la dificultad de maniobrar en esta forma le crispara los nervios. El Tramposo nunca había sido conocido por su paciencia.

Sin embargo, fue recompensado por su esfuerzo, aunque la mayoría de los documentos resultaron estar cifrados. Loki simplemente vio esto como un agradable y estimulante rompecabezas mental y se sentó, en medio de los papeles, leyendo y traduciendo por buena parte de una hora. Los Vengadores, al parecer, actualmente, estaban buscando reclutar más miembros, exactamente a un joven llamado Peter Parker y a algunos de los antiguos alumnos de Xavier. Leyó los registros de aquellos aspirantes a héroes y archivó la información en su mente.

Después vio un archivo sobre él destacando en el archivador y se deslizó de nuevo hacia él, preguntándose irónicamente lo mucho o poco que estos humanos realmente sabían sobre él. Su presunción se amainó cuando recordó que tenían a Thor como fuente.

—¡Hey! ¡Gato malo!

El grito y el fuerte sonido de dos manos juntándose lo asustaron y saltó, tensándose y preparándose para correr. Cuando volteó a ver a Tony dirigiéndose hacia él desde la puerta abierta, temió por un momento haber sido reconocido e inmediatamente buscó la magia que ahora no tenía. El humano, por su parte, le lanzó una mirada poco entusiasta y se arrodilló junto a él, suspirando mientras recogía los papeles en sus respectivas carpetas.

Tras limpiar gran parte del desastre, Tony observó por un buen momento a Loki, quien simplemente le devolvió la mirada y maulló suavemente, haciendo que, en cuestión de segundos, su expresión se apaciguara nuevamente. El humano suspiró y estiró su mano y ante el movimiento Loki se echó hacia atrás, aun así la mano de Tony lo acarició suavemente a través de su espalda, deteniéndose para rascarle detrás de las orejas.

—¿Por cierto, cómo abriste siquiera ese cajón?

Loki rio malvadamente pero el sonido emergió como un ronroneo. Ante el sonido la sonrisa de Tony solo se curvó más en la comisura de sus labios.

—Eres un gato extraño —le dijo. Luego echó a Loki fuera de la habitación y cerró la puerta.

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Siglos habían transcurrido desde que Loki hubiese pasado tanto tiempo sin poder hablar; la última vez había tenido los labios cosidos. Era un viejo recuerdo y una vieja herida, pero se había cauterizado en su cerebro.

Acurrucado en el sofá, se permitió dormir, pero sus sueños no le permitieron descansar. Soñaba con agujas y sangre, con una humillación cruda, profundamente arraigada que ya debía haber cicatrizado y quedado en el pasado. Thor era quien sostenía la aguja, la hundía y sacaba, pero mientras lo hacía no lo veía a los ojos. El dios fruncía el ceño, concentrado en su tarea, y la piel alrededor de sus ojos y entre sus cejas se tensaba con algo que parecía preocupación y pena.