☕[4]☕

1.2K 163 73
                                    

El moreno había quedado mudo al ver lo que acababa de hacer, sus manos empezaron a temblar leve, cortó de la nuca hasta la coronilla el cabello de Erwin

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El moreno había quedado mudo al ver lo que acababa de hacer, sus manos empezaron a temblar leve, cortó de la nuca hasta la coronilla el cabello de Erwin. Esta vez si debían sacrificar a alguien, el rubio lo mandaría a él sin pensarlo dos veces.»

—Tsk, es tu culpa que allá quedado así—comentó Levi suspirando.

—También te enojaste con él—comentó pensativa.

Todavía no encontraba la respuesta ante aquella situación.

«—Gafas de mierda, ¿Cuántos putos días no has tomado un baño? —preguntó Levi tirándole un vaso con agua.

El olor a hierba amarga que emanaba aquella capitana, hacían que él por instinto la quiera meter ya sea muerta a la ducha, para deje de contaminar el aire que respiraba.

— ¡Espera!, ¡Estos documentos son realmente importantes! —dijo Hanji ocultando los papeles bajo su camisa.

Esos resultados podían revelar que el cristal de Annie podría ser roto o quizás sean material de las murallas.

—Cállate, hace cuatro malditos días no has tocado el agua—dijo desganado.

A ella se le ocurrió algo, él tenía piernas cortas, mientras que ella las tenía largas. Quizás pueda aprovechar aquellas características.

— ¡Me bañare si me atrapas! —exclamó corriendo.

La castaña empezó a correr por todo el cuartel seguida de Levi, este mismo se cansó de su idiotez, para luego agarrarla cuando menos lo espere.

Adentró al comedor, cerrando la puerta de golpe.

— ¿Hanji? —preguntó Erwin con una taza de café en su mano izquierda.

— ¿Si? —preguntó la nombrada, procurando si no venía el enano enojado, con la puerta entreabierta.

—Te vez mal, ¿Hace cuánto no has descansado? —preguntó preocupado.

La miraba, estaba pálida, con los pelos duros pero sus ojeras se notaban muchísimo, bajo sus lentes.

La fémina de giro olvidándose de la anterior situación, mirando el techo en forma pensativa.

—Mmh, uno, dos... —Empezó a contar con sus dedos—; ¡Cuatro días! —exclamó sonriente.

Movía sus dedos hacia el rubio, como si fuera un gran logro.

Levi se acercó a la puerta del comedor, y al ver a Hanji y a Erwin tan "íntimos", se ocultó detrás de un muro a escuchar.

—‹ ¿Qué tramas cejotas?›—se preguntaba al ver a los dos individuos tan cerca.

—Ve a dormir ahora, no quiero que estés mal—dijo Erwin, señalando la salida del comedor.

—P-Pero estoy bien—comentó nerviosa.

—No, no lo estas—comentó, pero su mirada se dirigió a Levi, el cual no se percató que lo observaba.

Quizás sea su oportunidad que aquel hombre pueda por fin confesar sus amargos sentimientos.

Sonrió con malicia dejando su café en una mesa y agarrar al estilo princesa a Hanji.

—Vamos a dormir, si no te sientes bien sola, puedo acompañarte—comentó llevándola hacia la salida del comedor.

— ¡Erwin... te cortare las piernas! —exclamó Levi saliendo de su escondite.

Quería matarlo por tocar a la castaña, no tenía permiso para hacerlo. Ella debía ser alzada por él y no por el rubio o cualquier otra persona.

Daba igual que sea comandante, si hacía falta le cortaría todo el cuerpo y a Hanji igual por dejarse toquetear.

— ¿Las piernas? ¿Eso te hará sentir mejor o más alto? —preguntó con sarcasmo.

Quizás su plan se esté logrando.

—Tsk, vamos Hanji, ¡A bañarse ahora! —exclamó quitando a la castaña de los brazos de Erwin para llevarla como bolsa de papas.

Bueno, algo es algo pensaba el rubio.

— ¡El enano me encontró! —murmuró con un puchero. »

—Tsk, era por el olor—trato de justificarse Levi, por su orgullo, no quería dejar notar evidentes celos.

—A veces te veías tierno—murmuró Hanji.

— ¿Tierno? —preguntó Levi reprimiendo un gemido de dolor.

«—Levi—murmuró mojando un pedazo de pan en su sopa de verduras.

Se venía nerviosa y algo desanimada para los ojos del nombrado.

— ¿Qué sucede? —preguntó el hombre, tomando su habitual té negro sin azúcar.

—Creo... Creo que me gusta alguien—comentó con un puchero.

Levi al saber el comentario, no dejo pasar el líquido a su garganta, haciendo que por instinto escupa el té, a un pobre soldado que disgustaba su patata recién calentada.

Tocio por unos minutos, ¡¿Cómo era eso?! ¿De qué se había perdido? ¿Hanji enamorada?

Our End ❥ʟᴇᴠɪʜᴀɴ Where stories live. Discover now