Prólogo: Thibaut

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Thibaut suspiró mientras se sentaba. Se quedó mirando su laptop mac pensando en todo el trabajo que tenía por delante, otro suspiro quiso escapar de su boca, pero lo contuvo y soltó el aire lentamente, lo ayudaba a calmarse y concentrar su mente.

Estaba agotado, desde que su hermana Adele se había peleado con su pareja y se estaba quedando en su departamento con su hija no lograba tener un segundo de descanso. Oh, no se equivoquen, amaba a su sobrina y amaba a su hermana, pero simplemente ese cambio en su rutina desorganizaba todo.

― ¿Otra noche sin sueño reparador? ― Irene, su secretaría, entró a entregarle una taza de café.

Thibaut dio lo que sabía era un mal intento de sonrisa, pero de verdad, si no lograba dormir iba a desmayarse en cualquier momento.

― ¿Estoy tan mal?

― ¿Quieres la verdad?― Thibaut asintió ―. Pues sí, te ves horrible, si fuera un cliente no haría negocios con una persona que parece que se quedará dormido en cualquier momento.

Thibaut despeinó sus cabellos y volvió a soltar el aire lentamente.

― Creo que deberé quedarme en un hotel ... ¿Hay reuniones hoy?

― Si, dos reuniones y debes revisar el proyecto que mandaron de la editorial.

Thibaut asentía mientras Irene añadía horas, fechas y nombres de clientes, pero su mente estaba quedándose dormida.

― ¡Thibaut!

El hombre se sobresaltó y casi vuelca la taza de café.

― Lo siento, aww, mierda... ¿Aún es jueves? No puedo creer que esta semana esté pasando tan lento.

Irene lo miró frunciendo el ceño.

― ... ¿Por qué no cancelamos las reuniones de hoy y solo avanzas en revisar el proyecto? Yo misma hare las llamadas, duerme un poco.

Si le gustaran las mujeres e Irene tuviera veinte años menos Thibaut la besaría.

― Gracias, lo necesito.

― Lo sé― Irene se encaminó a la puerta, pero antes de llegar a la puerta se detuvo―. Thibaut, hablándote como amiga, espero no sonar entrometida, pero deberías decirle a tu hermana que se quede en otra parte, tu simplemente no funcionas con un niño alrededor.

― No lo digas así, solo debo adaptarme.

Irene negó con la cabeza, pero no dijo nada y salió.

Thibaut sabía que sonaba patético, pero era verdad, de la nada tenía a una niña de tres años, hiperactiva y con miedos nocturnos en su departamento.

Daphnee tenía tres años, siempre creyó que la etapa difícil era cuando eran bebés. Al parecer se equivocaba, nadie se lo había dicho, y su hermana siempre lucía tan feliz y energética, era imposible entender como lo hacía ¿Era una característica Omega? Tal vez por eso él fallaba, era un Alfa, su rol era trabajar y abastecer a una futura pareja.

Se acomodó en el sofá, intentando apartar esos pensamientos, era primera vez que se daba cuenta que no importaba cuanto amaras a alguien, en algún punto, necesitabas cierta distancia de ellos.

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Despertó con la voz de Irene llamándolo.

― ¿Qué hora es?

― Once, has dormido solo tres horas.

Thibaut se estiró, su espalda crujiendo al haber dormido en el sofá, pero se sentía mucho más descansado que toda esa semana.

― Está bien ¿Qué ha pasado?

― Lamento decir esto, pero uno de los clientes dijo que solo podía tener la reunión hoy, así que irá a la editorial vecina a mostrar su trabajo.

Editorial vecina era la forma amigable de decir la editorial rival.

― Mierda... ¿Cuál era?

― El autor de soñando sobre una nube

― Mierda ― Ese libro prometía.

Como sub director era un gran error.

La editorial Magic Leaves, la suya, y la editorial Between lines habían comenzado como una empresa familiar, pero los hijos se habían peleado y separado formando sus propias empresas, ahora, varias décadas después, no quedaba nadie de esa familia, pero la antigua rivalidad prevalecía.

― ¿Between lines no pide cita previa? ― frotó sus ojos mientras volvía a su escritorio.

― Al parecer martes y jueves aceptan posibles clientes sin necesidad de cita.

Thibaut enarco una ceja.

― ¿Eso no es desorganizado?

― Fue una sugerencia y al parecer le ha ido bien, en situaciones como esta es bastante útil.

― ¿Qué pasa con la otra reunión?

― Quedó para el lunes al mediodía.

― Gracias, saldré a tomar aire.

Thibaut salió a caminar.

El director iba a regañarlo. Había entregado a un cliente en bandeja de plata a la editorial rival.

El llanto de un bebé se escuchó cerca y Thibaut se quedó mirando a la familia. La pareja era incluso más joven que él, lo cual lo hacía sentir como si estuviera fallando.

Tenía veintisiete, ya debería estar comprometido y formando su familia, pero quería escalar más alto en su trabajo antes de algo así. Su posición ya era prometedora, era el más seguro a ser próximo director de la editorial, tenía un sueldo decente y un departamento de envidia, y en realidad tenía más pretendientes de los que le gustaría, pero todos querían algo oficial demasiado rápido, nadie entendía su necesidad de ir lento primero. No creía que fuera una buena base tener hijos con el primero que lograra que tuviera una erección, los demás no parecían pensar que eso era malo, prácticamente competían para ver quien lograba tener hijos a menor edad.

Negó con la cabeza, su madre siempre decía que solo debía esperar al indicado y no apresurarse, sólo debía encontrar a alguien que lo entendiera.

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Gracias a los que comentaron y votaron, me sorprendí gratamente al ver a personas con pensamientos parecidos, que quieren tomar su tiempo para tener hijos o simplemente no quieren tenerlos, les dedico esta pequeña parte, estoy intentando responder a todos~

Lamento si hiero la sensibilidad de alguien con los pensamientos de Asier con los niños, él es así, aunque madurará un poco, pero no cambiará de opinión, eso sí, lo haré reflexionar. Pero no querer tener hijos no es infantil, en realidad para mí es una decisión bastante responsable hoy en día.

Omega infértil [Terminada] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora