Comenzaba a extrañar el señalador.
Así que decidí distraerme dando vueltas por los pasillos.
Tomé un par de libros que me interesaban y regresé al mostrador.
Allí me encontré con un café y un "Gracias" en una nota.
El café no tenía azúcar.
¡¿Qué clase de agradecimiento es este?!
YOU ARE READING
Storymark
Short StoryEl silencio de una biblioteca no impide que se conozcan. Pero tampoco impide que se separen.