Young God ↠KookMin

✟ 014 ✟

—Episodio Lemon 1/2—

Hoy le pedí a mis padres quedarme en casa. Leí todo el día, desinfecté los cortes que Sonn me hizo, terminé mis deberes y esperé paciente hasta la noche. Nuestra noche número siete.

—J-Jungkook, espera... Mis padres...

Cuando llegó, pensé que dormiríamos juntos como las otras veces. Pero no.
Para cuando quiero darme cuenta, a las 12:40 Jungkook está postrado encima mía, acorralándome entre la cama y él.

—¿A qué quieres que espere? —Me pregunta, sacándome de mis pensamientos. Le miro desde abajo con la cara ardiendo y me encuentro de nuevo con su mirada oscurecida— Quiero tocarte.

Frunzo el ceño y miro a otro lado. En cierto modo sigue asustándome.

—Pero...N-No entiendo por qué quieres...

—Pequeño, no tienes que entender nada.

Entreabro la boca para protestar, no porque no quiera, si no por miedo a ser descubiertos; pero sus labios sobre mi cuello me detienen. Cierro los ojos intentando no temblar como una hoja conforme Jungkook me lame lentamente.

Poco a poco el calor sube por mi espalda; mi cuerpo le recuerda.

—Jungkook...

Es un susurro débil, pero el demonio se separa de mí y me mira, esperando que continúe la frase. Llevo una mano temblorosa a su rostro. Porque quiero besarle. Aunque él no sienta lo mismo, quiero sentir que es especial para ambos.

Nos unimos al momento.

Todo pasa muy rápido; Él tiene el control y yo intento seguirlo, siento que sólo con esto podría derretirme entero. Jungkook toma los bordes de mi camiseta rosada y me la quita rápidamente, arrojándola a alguna esquina de la habitación.

Me pongo un poco nervioso, pero no digo nada.

—...Corderito, haz lo mismo.

Con la cara ardiendo aún más, trago saliva y asiento tras unos segundos; le retiro la prenda negra y el calor inunda mi estómago al verlo así, de ese modo frente a mí. Apenas nos ilumina la luz de luna que asoma por mi ventana, pero puedo ver cada pequeño detalle.

Jungkook pone un brazo a cada lado de mi cabeza y sonríe de lado, mostrando sus pequeños colmillos, calmado como él mismo.

—Puedes tocar.

Todo deseo de parar abandona mi mente. Titubeante, apoyo una mano en su hombro y dirijo la otra a su entrepierna. Nervioso hasta el punto de temblar, la acaricio con torpeza. Él suspira, riendo suavemente y eso me hace arder.

—...Tienes las manos muy tibias.

—T-Todos me dicen que estoy frío...

Mi voz de niño asustado sale de nuevo. En realidad, siempre sale cuando cruzo "la línea" con Jungkook.

—Para mí estás tibio —Dice divertido para luego agacharse levemente y besarme. Un beso deseoso, tan intenso que me cuesta mantener el ritmo en mi mano.

La ropa empieza a molestarme. Me irrita tener que tocarle por encima de unos bóxers. Es entonces cuando Jungkook suelta un gruñido bajo, reposando su frente en mi pálido hombro. Escucharle quejarse es suficiente para que todo mi cuerpo explote en calor.