Capítulo 32

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Hola !! Perdón en serio por no subir pero ya estoy aquí y les subiré 2 capítulos dobles, espero les gusten y no olviden comentar y votar !! :)

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Me llevó de la mano a todos los juegos, en donde cada vez terminaba más despeinada. Él tenía razón, estar a su lado era divertido. Reíamos juntos sin ninguna razón, excepto por el puro placer de reír. Corríamos de un lado a otro, tomados de la mano para hacer fila en los juegos y mientras esperábamos nuestro turno, aprovechaba para sacar fotografías de él, sin que se diera cuenta antes, por supuesto. Me sentí libre, feliz, especial; me sentí... como jamás me había sentido. Era como olvidarte del mundo exterior y como si sólo haya existido Liam a mi lado, para reír conmigo, mirarme con sus ojos miel y hacerme la persona más feliz en toda la faz de la tierra. Él era único, encantador, todo él podría ser una canción, un poema ó la rosa de un jardín.

Me reía como no lo había hecho desde que mis padres murieron, simplemente el mundo desapareció para mí, me encontraba flotando entre nubes, resbalándome por un arco iris y cayendo en los brazos de Liam. Y cada vez que sonreía y reía, su belleza era tan extrema que resultaba absurda. Su sonrisa era como un tesoro prohibido, de esos que no debes buscar, de esos que no debes encontrar; pero sin embargo, sumamente hermoso y atractivo.

Luego de que subimos a la mayoría de los juegos, decidimos tomar un descanso. Compró un par de algodones de azúcar y nos sentamos en otra de las bancas.

-Es divertido estar contigo-me dijo, mientras comía de su algodón color azul celeste-. No eres como Sharon, ya sabes...-musitó.

¡Sharon! Maldición, ¿por qué sólo me acordaba de ella cuando él hacía la mencionaba?

-Ella es atrevida con esto de los juegos mecánicos-siguió. Pero la comparación me había dolido en lo profundo de mí ser-. Mientras que contigo, la diversión está cuando me ruegas que no te suba y luego de que te convenzo, bajas farfullando en contra mía-rió-. Qué divertido.

Me vi obligada a reír, su risa no sólo era un bello sonido, sino también era de esas risas que te animan a reír también.

-Se nos hace tarde, tenemos que irnos-dije, con el pesar que no pude ocultar.

-Cierto, el tiempo se pasa rápido, ¿no?-me ayudó a levantarme de la banca y arrastré los pies a su lado, para encaminarnos a su Hybrid y volver a la realidad.

-Tan rápido que no te das cuenta cuándo suceden las cosas-musité, viéndome los pies al caminar; dándole el doble sentido a mi frase.

-Eso es cierto-concordó.

Subimos de nuevo a su vehículo negro que ya empezaba a hablarme de recuerdos, como si al sentarme en el asiento grisáceo, la suavidad de éste, me contara sobre las veces que yo he estado allí, con él. Le regalé una sonrisa secreta a todos los recuerdos, pero Liam alcanzó a percibir mi mueca de labios.

-¿Por qué sonríes?-me preguntó, encendiendo el motor del vehículo.

El suave ronroneo me hizo salir de mi ensoñación.

-Porque... recordé...-me obligué a rebuscar palabras en mi mente- que hace mucho tiempo que no me divertía tanto-dije, al fin.

Las comisuras de sus labios hermosos se elevaron hasta formar una bonita sonrisa complacida.

-Pues me alegra que te hayas divertido-dijo.

Volví a sonreír, como diciéndole "gracias"; luego me giré a mirar por la ventanilla polarizada, escuchando los latidos de mi corazón al pensar que estaba cerca de él. La piel se me erizó un poco, no sé si por culpa o de preocupación; quizá de ambos.

El Manual de lo Prohibido | L.P |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora