Zac y una mejor yo

32.4K 1.2K 54
                                    

El pequeñín que tenía dentro agotaba todas mis energías. Me quede dormida en la fría banca abrazándome a mí misma.

Desperté cuando unos brazos calientes empezaron a hacer calor en mi cuerpo. Una manta estaba sobre mi y el cielo aun estaba oscuro, esperando el amanecer con ansias.

-       Buenos días, princesa – dijo la voz de mi almohada – me alegro de que despertaras. Pensé que te congelarías aquí.

-       ¿Eithan ? ¿Qué no te deje claro que quiero que te alejes? – me inorporé sentándome. Mis lentes estaban empañados y mi coleta me llegaba a la nuca. Debía ser todo un desastre. - ¿Le dijiste a alguien que estoy aquí?

-       Les dije que te encontré pero no en donde. – miro hacia el lago frente a nosotros. – Nos diste un buen susto. ¿Cómo estás?

-       Muy embarazada. – dije mirando en su misma dirección. – Esto es una completa mierda, no debimos acabar en ese lugar del gimnasio.

-       Si no hubiéramos acabo ahí no te hubiera conocido de verdad y vamos – me dedico un codazo ligero – Soy un encanto.

-       Eithan …

-       Tu hablaste ya mucho, Sky – me interrumpió – mi madre quedo embarazada de mi cuando tenía veintiséis. Ya por entonces había tenido a mi hermano y papá estaba en lo mejor de su carrera. Un día Andrew y yo despertamos, a mis dos años oyendo a papá hacer un desastre en el piso de abajo, o eso fue lo que me contó mi hermano.  Su rostro estaba rojo y toda la habitación estaba hecha un desorden. Lloraba como un niño aun teniendo veinticinco años.-  fijo su vista al frente, como si no pudiera ocultar el sufrimiento. – Mamá nos había dejado por un italiano que conoció en el trabajo. – me miro y sonrió con cansancio – No te cuento esto para que tengas pena de mi. Yo no quiero ser mi madre ¿sabes?  Cometí un maldito error en hacer aquello contigo, pero mi madre se fue porque tenía la culpa de acostarse con un tipo que no era mi padre. Yo no voy a irme simplemente y dejarte con todo cuando los dos metimos la pata. Me voy a quedar quieras o no porque lo que llevas dentro lleva la sangre de un tipo que no huye de los problemas. Me quedo aunque patalees o me pegues con la gran barriga que vas a tener.

-       No quiero arruinarte nada…

-       No puedes arruinar algo que ya esta arruinado. La cagamos, si. Pero lo hicimos juntos y lo vamos a reparar juntos.

-       ¿Estas seguro?

-       Vamos, Sky. Ya debes saber que soy un tipo muy serio – ambos reímos, mostrando un brillito de esperanza. – Si quieres seguir adelante con esto, vas a tener a un tipo preocupado por ti todo el tiempo. – me miro de nuevo - ¡Pero te advierto que no te hagas ilusiones! Sigo sin ser de los tipos que dan flores y amores. No me voy a enamorar de ti.

-       ¡Eh! ¡Vamos! – me levante llevando mis manos a las caderas - ¡Soy la chica con la que todos los chicos fantasean! Mira mi gran figura ahora, que muy pronto habrán miles de chicos obsesionados con las embarazadas haciendo fila.

-       Yo no me enamoro – dijo bajando la mirada mientras reía.

-       Yo ya me enamoré, y creo que fue suficiente. – toque mi estomago – se lo dejo todo al chiquitín.

Llegamos a casa. Abracé a todos mientras me decían que todo iba a estar bien.

Aun no lo sentía pero tenía que tener esperanza.

Eithan  tomo un taxi para volver a su casa a eso de las 3, cuando mi  familia decidió sentarme para hablar de todo.

Mamá estaba dispuesta a ayudarme con todo. Dijo que estaba disgustada conmigo, pero que iba a estar para mi en todo momento. Tommy fue igual, entonces lo abracé con fuerza agradeciéndole por ser una de las mejores cosas de mi vida. ¿Los trillizos? Lloraron. Me apoyarían en lo que fuera hasta el ultimo momento, hasta se ofrecieron cuidar al bebé cuando yo quisiera salir de baile.

Terriblemente embarazadaWhere stories live. Discover now