Después de un rato en la mesa pensando,vuelvo a la camareta, me siento en la cama y me acuesto.
-Será cretino.- No puedo creer que me subestime tanto, es igual, el soldado que me importa estará de vuelta cuando menos me lo espere, seguro.
Me siento en la cama y vuelvo a releer la carta de Drako. Tras unos minutos mis pensamientos son interrumpidos por Hellron, el mejor amigo de Drako.
-Hola, siento mucho lo que pasó en el comedor.
-No te preocupes, no has sido tu, si no Bruno.
-Oye, tengo una buena noticia, Drako vuelve en dos días por la mañana.
-¿Enserio?
-Sí, me lo dice en la carta que me escribió, por cierto hay ora para ti, toma.
-Que buena noticia, gracias.
Le doy un abrazo, cojo la carta y la leo.
Querida Amanda;
¿Que tal estás? Me alegra poder decirte que en dos días estaré de vuelta. Tengo muchas ganas de verte.
Espero que Bruno no haya hecho nada de las suyas y que te este tratándote bien.
Tengo que dejarte, dentro de cinco minutos empieza el entrenamiento. Buena suerte, adiós.
Un beso y un abrazo.
Firmado; Drako.
Posdata; tengo una sorpresa para ti, te va a encantar, ya verás.
Guardo la carta en la mesilla y saco papel y boli. Y me pongo a escribirle una carta. Hellron parece tener las mismas intenciones que yo, ya que va a su mesilla y saca papel y boli y se pone a escribir el también. Si mandamos ahora las cartas con algo de suerte le llegara a la noche antes de acostarse o antes de marchar por la mañana.
Querido Drako;
Me alegro mucho por tu noticia, estoy impaciente de volver a verte.
Ya veo que no soy la única que tiene una sorpresa para el otro. Lo de Bruno... Bueno se puede decir que... Bruno es Bruno.
No te preocupes, estoy bien. Espero que la carta te llegue antes de que marches.
Un beso y un abrazo.
Firmado; Amanda.
Cuando termino la carta la meto en un sobre y le pego el sello. A continuación le escribo a la carta la dirección y el nombre de la persona destinataria.
Hellron se levanta y le entrego la carta, me imagino que mandara las dos cartas de una.
-Al final no has comido nada ¿quieres que te traiga algo?
- No gracias, ya voy yo.
Cojo las muletas y voy al comedor a tomar algo. Claro que debo darme prisa, ya que en quince minutos van a asignar los puestos de hoy.
Cuando termino, voy de camino al lugar donde serán destinados los puestos, todavía quedan cinco minutos, pero con las muletas no voy muy rápido, y como no me da tiempo a volver a la camareta a por la silla de ruedas, voy despacito, y sin hacer muchos esfuerzos. Una vez allí suena la trompeta, llegan mis compañeros, se ponen en fila, yo me pongo con ellos. El sargento al verme con las muletas se sorprende, pero saca una sonrisa de satisfacción.
-¡FIRMES! Bien, hoy aremos un cambio de tareas. Amanda y Hellron, os turnaréis mientras vigiláis la entrada principal. Por cierto, si veis que tal antes de empezar vuestro turno, os doy permiso para ir a buscar la silla. El resto en los puestos de siempre. ¡ROMPAN FILAS! EN MARCHA.
-Señor, sí señor!
Hellron y yo nos dirigimos a la camareta, una vez cogimos la silla nos dirigimos a nuestro puesto (yo todavía usando las muletas). una vez allí, yo ya no podía más, necesitaba sentarme. Ya había caminado más que suficiente hoy.
-Campeona, a este paso mañana ya no necesitarás la silla.
-Ojala. Oye, por cierto, en la carta Drako me dijo algo de una sorpresa que tenía preparada para mí¿Sabes algo?
-¿Yo? ¿Saber algo? Que va, que voy a saber yo, yo no se nada. ¿Que sorpresa? La única sorpresa que conozco es la tuya para Drako, pero de Drako para ti... No tengo ni idea.
-Pero que mal mientes.
-Bueno, vale, puede que sepa algo. Pero una sorpresa es una sorpresa, Drako también me ha estado torturando para que le diga la tuya, pero no, yo soy una tumba.
-Vale, eres malo.
Me cruzo de brazos y le doy la espalda. Pero como no estoy enfadada de verdad, la posición no dura ni cinco minutos. Entiendo que no quiera decirme nada, una sorpresa es una sorpresa, yo no puedo saber nada, si me lo dijera ya no sería ninguna sorpresa, y además Drako se enfadaría con el.
Al terminar el puesto de trabajo vamos a cenar. cojo de muletas y me levanto, pero antes acompaño a Hellron a la camareta a dejar la silla de ruedas. Una vez en el comedor, yo me siento en la mesa de siempre, ya que en silla de ruedas o en muletas, sigo sin poder traerme mi propia bandeja. Pero no puedo echarme atrás y menos ahora que he llegado tan lejos en tan pocos días.
-¿Que crees que sera la sorpresa que Drako te tiene preparada?
- No se, igual es algún vestido o alguna camiseta, no se, algún detalle seguro.
-En dos días lo averiguarás.
-Sí ¿Crees que le llegaran las cartas antes de que tome el avión?
-Sí, las envié por correo urgente, así que igual le llega antes de irse a dormir, pero seguro que antes de marchar le llegan.
