HACKER 1 | terminada.

017. La primera víctima

Tengo el celular revoloteando sobre mis dedos una y otra vez, mientras los minutos pasan y nada puede sacarme de mi estado de ansiedad.

¿Debería llamarlo otra vez?

Quiero decir, ¿está bien si lo hago? porque parte de mí se quiere comportar como una novia tormentosa que quiere saber de él a todas horas, pero la otra parte, la que representa quien soy de verdad, me dice a gritos que simplemente deje el teléfono a un lado.

Es frustrante, es como tener un pequeño angelito y un pequeño demonio en cada oído que buscan hacerme caer en algún pecado.

Han pasado más de tres días desde la última vez que nos vimos.

Aquella noche en el bosque fue más de lo que pude haber imaginado y aún no logro borrar los pequeños recuerdos que alborotan mi mente como un disco rayado. No puedo borrarlo a él, sobre todo. Las cosas que dijo, la forma en la que terminamos besándonos y perdiéndonos en medio de las intrigas que nos apartaban.

Se supone que nada de eso debería quedar ya ¿verdad? se supone que no habrían más secretos, ni enigmas y que debería sentirme tranquila por primera vez junto a él. Pero hoy, más que nunca, no lo estoy. Es como si hubiera regresado esa sensación de incertidumbre que abundaba en mí cada vez que Justin hacía o decía algo. El misterio que desbordaban sus ojos miel, la forma en la que su mirada se perdía en sus propios pensamientos y reflejaba lo oscuros y escalofriantes que estos eran. Siempre quise saber en qué estaba pensando... no lo sé, quizás nunca lo sepa.

Han pasado tres días desde esa noche y Justin no contesta mis llamadas ni mis mensajes.

—¡Hey tú, guapa!—alguien habla detrás de mí. Reconozco la voz de inmediato por encima de la música y soy capaz de salir de mi propia burbuja de pensamientos.—Esto es para ti.

Finn pone dos botellas de cerveza sobre la mesita del bar y se sienta en el banco que está frente a mí.

—Deberíamos considerar tener más días así ¿sabes? siento que te estoy perdiendo por culpa de tú ya sabes quién—dice guiñando un ojo cuando dice las últimas palabras.

Sé que se refiere a Justin y aquello no hace más que ponerme tensa.

—¿Tú crees?—le pregunto ladeando el rostro.

—La verdad es que nunca te había visto así por alguien—comenta bebiendo de su cerveza.—Pero supongo que lo vale ¿no? con lo bueno que se ha puesto.

Intento fingir una sonrisa.

—¿Crees que hay algo diferente en él?—espeto con una chispa de interés encendiéndose dentro de mí.— Es decir, más allá de lo obvio... su físico y todo eso, ¿crees que está diferente?