Capítulo XXVI

121 11 2
                                    

Raphael:

Una vez que pisamos tierra firme baje a Elsa. Ella miro a su alrededor parpadeando de manera continúa por un momento como si no se creyera donde estaba, no la culpaba, supuse que me sentiría igual si me trajeran a un lugar desconocido de la noche a la mañana.

—Bienvenida a la madriguera de Pitch Black—dije extendiendo los brazos—Ahora— Mi acerque unos pasos quedando cerca de su rostro— Como podrás imaginarte Pitch tiene a sus sombras vigilando este lugar constantemente así que mucho cuidado con lo que dices y haces, de ahora en adelante de eso dependera tu vida.

—¿No se supone que cuidarías de mi?— replicó con una mirada acusadora.

—Claro que cuidare de ti— le conteste— Pero recuerda que tampoco puedo hacer milagros.

Ella aprieta los labios.

—Cruzando esa puerta ya no al vuelta atrás, ya te había preguntado pero lo haré una vez más ¿De verdad quieres hacer esto?

—Por supuesto ¿Crees que te habría acompañado hasta aquí para nada?

Mis labios formaron una sonrisa y solté una carcajada alejándome de su rostro.

—De acuerdo— le di la espalda— Ya sabes lo demás. Probablemente con él primero que te encuentres sera con Jack, la mayoría del tiempo vaga por ahí, en cuanto Alexander no lo veras por un buen tiempo, Black lo envió a una misión "importante" y según él iba a tardar un tiempo— suspire— Siento tu mirada fulminante en mi espalda, te dije que no podía hacer milagros ¿o no? Estará bien.

—¿Cómo estas tan seguro de ello?— cuestionó de nuevo. Puse las manos en los bolsillos de la chaqueta sin voltear a verla camine hacia la puerta.

Ah, ¿como decírtelo? Lo tengo como sirviente personal gracias Pitch y no hace nada hasta que yo le ordene algo, así que no se puede lastimar. Pensé.

—Tampoco lo dejaron tan inocente, tu misma lo viste— me limite a contestar.

Cuando llegue frente a la puerta di dos toques con mi puño y como una casa fantasma esta se abrió rechinando. Sentí a Elsa seguirme con pasos lentos a cierta distancia de mi, su comportamiento era un poco gracioso a mi parecer.

En si, este castillo era una posilga, tal vez si, en su momento era una casa en sueño pero eso fue hace millones. Era por eso que prefería pasármela vagando por el mundo en vez de volver aquí, Geraldine tenía un extraño apego emocional a este lugar ya que fue el lugar donde una vez vivió cuando era humana, Pitch por que era un lugar muy escondido y fantasmal hasta en un mapa mundano y Jack...pues tenia que hacerlo. Ahora tendria que venir más seguido a vigilar a esa chica rubia a la vez de evitar un posible encuentro con la sombra de Alexander. Si, el muy maldito hombre con piyama negra había utilizado mi magia sin permiso para dormir la existencia de Alexander dejando solo su lado sombrío, el cual podía controlar a su antogo a la perfección, yo mismo me sorprendí al verlo asi, tuve un impulso de golpear a Black en ese momento según yo por utilizar mis cosas sin permiso, de eso me quería convencer.

—Raphael.

Salí de mi trance volteando hacia atrás. Una vez mas en este tiempo, Elsa fruncía él ceño hacia a mi con brazos cruzados.

The Big Four: Dark Ice [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora