Mi pequeña casualidad - Marco Asensio

VIII

Estoy de los nervios y no sé cómo tomarme el último mensaje de Marco. ¿Qué no le gusta? Después de todo lo que me ha costado el reportaje, no entiendo que me diga esto. Sin embargo, intento tranquilizarme para contestarle:

¿De verdad no te ha gustado? ¿Puedo saber el por qué? Creía que te parecía bien todo lo que te iba contando y enseñando. Pero bueno, lo siento si no he cumplido tus expectativas.

Ni si quiera pasa un minuto cuando, recibo su contestación.

Me gustaría verte para comentarte todo en persona. No te lo tomes a mal, solo quiero darte mi opinión sobre tu trabajo. Si te parece, nos vemos en el bar del otro día. Esta noche a las 21:00h. Te espero.

¡Eso es increíble! Primero me dice que no le gusta mi trabajo y ahora pretende quedar conmigo. ¿Este chico de qué va? Muy a pesar, y para saber su opinión, decido asistir.

A las siete de la tarde me ducho, me pongo unos pantalones negros con unas sandalias de tacón y una camisa blanca. Y a las ocho y media me dirijo muy nerviosa para el bar de la otra vez.

Cuando llego al establecimiento, veo a Marco sentándose en la silla. Por lo que, acaba de llegar. Una vez acomodado en la mesa, se percata de la presencia de alguien nuevo, gira la cara y me ve. Me saluda con la mirada y espera a que esté más cerca de él.

- Hola, ¿qée tal? - se acerca a mí y me da dos besos.

-Buenas, - le sonrío por educación - bien, ¿tú qué tal?

- Bien. - contesta mientras se acerca el camarero y nos apunta la bebida.

- Y bueno, me llamarás directa pero, dime, ¿me puedes decir qué no te ha gustado?

- ¿Tan directa para todo? - me pregunta insinuando mientras sonríe. Le miro seria y le contesto.

- Marco, lo digo totalmente en serio. - nos traen las bebidas y se apuntan lo que queremos para cenar - Necesito saberlo, no puedo estar en tensión toda la noche. No me ha parecido una reacción normal por tu parte.

- Si te digo la verdad... - me mira fijamente - Tu reportaje me encanta.

- ¿Perdón? - abro los ojos como platos.

- Si te he dicho que no me gusta es para poder volver a verte.

- ¿Cómooo? - en ese momento llega el camarero con nuestra cena y menos mal, porque estoy a punto de chillarle cuatro cosas al jugador del Real Madrid.

- Escúchame, - me pide - si te decía cualquier otra cosa, no ibas a venir. - ni si quiera le contesto. Y estamos más de diez minutos en silencio - Carolina... di algo, por favor.

- Pero vamos a ver, ¿tú sabes el susto que me has dado? ¡Joder Marco! Creía que había hecho algo mal. ¡Y que todo esto no servía para nada!

- Perdona, te vuelvo a repetir que tu trabajo está genial.

Después de tranquilizarme, continuamos con la cena y hablando de todo un poco. Porque estaba a punto de pegarle un par de hostias al chico.

- Ni se te ocurra volver a hacerme esto, - miro a Marco mientras conduce para llevarme a casa - ¿me oyes?

- No, perdona. - me mira un segundo y vuelve a mirar la carretera - ¿Estás enfadada?

- No, ¿en serio? - me río sarcástica - ¿Cómo voy a estar enfadada después de decirme que no te gusta mi reportaje y hacerme esto? De verdad, no sé por qué lo dices.

- Lo siento, en serio. La próxima vez te diré directamente que quiero verte para cenar contigo.

- Ah, ¿que va a haber próxima vez?