Declaraciones confusas 🌟

1.3K 267 138
                                    

[Narra Seok Jin el ebrio]

La cabeza me daba vueltas. Sólo sabía que estaba en un auto desconocido que olía a pino... Mi boca tenía sabor al asqueroso postre de Jung Kook, y aunque traté de sacarlo con un chicle mentolado no fue buena idea, casi me ahogué.

Miré a mi costado y en el asiento del volante había un negro... ¡Un negro! Caí en cuenta de que era mi negrito Nam, pero por alguna razón lo veía un poco borroso. Me golpeé dándome una cachetada. Después me reí.

—No hagas eso, por favor—me dijo gentilmente —.Te llevaré a tu casa.

—¿Tengo casa?—pregunté confundido.

—Supongo que sí... —rió y seguido arrancó —Espero que puedas darme una pista de donde es, sino debo llevarte a la mía.

—Espera, espera— cerré mis ojos con fuerza e intenté aclarar mi mente —.Esto no es real. Tú debes ser un secuestrador que se puso la máscara de mi negro. ¡Já!

Le agarré las mejillas y tiré de ellas. Le deformé la cara por un largo rato hasta que me di cuenta de que estaba muy bien pegada. Wow... ¿de dónde la habría sacado?

—Eres bueno, sí —declaré aplaudiendo —.Pero te advierto que nadie pagará un rescate por mí.

Hizo una expresión de dolor, tomándose la mejilla con una mano y masajeando. Creo que fui un poco brusco, pero me fascinaba la buena calidad de su máscara. Seguramente pediría rescate a mi mamá o tal vez a mi vecina... Cualquier persona a la que llamara de todos modos le iba a colgar. Estaba claro que a nadie le importaba; ni a Kookie.

Apoyé mi cabeza sobre el asiento y me quejé por el dolor de cabeza que estaba viniendo. Ni siquiera podía mirar por la ventanilla porque me mareabaaba. Así que para pasar el dolor decidí cantar.

—¡Vamos de paseo, piiiii, piiii, piiiii!—me detuve y miré a mi secuestrador—¡Con un negro que se puso la máscara de Nam y cobrará un rescate de billones pero nadie se lo pagará porque sólo sirvo café y ahora me siento mareado! Creo que voy a...

Oh, y ahí venía. Me tapé la cara y me incliné hacia atrás. Después, en un movimiento violento, estornudé.

—Uff, pensé que vomitarias, no me des esos sustos.

—Es tu día de suerte.

Lo miré fijamente y él detuvo el auto en un semáforo. Se volteó a verme y entre cerró sus ojos. Se acercó un poco a mi cara y sin poder retroceder, tragué grueso.

—Q-qué...

—Jin—.Se acercó un poco más y su mano derecha me apuntó de manera extraña— Tienes un moco.

—Ah, un moco...—asentí y luego caí en cuenta que era cierto al verme en el espejo—¡Oh, por Dios!

Era increíble la mala suerte que tenía. Fuera a donde fuera y con cualquier persona, vivía pasando vergüenza.

—¿Por qué...?—empecé a sollozar— ¿Por qué todo me pasa a mí, snif...? Sólo soy un pobre fracasado que busca un poquito de comprensión y amor.

Me largué a llorar y creí que aquel secuestrador me tiraría por la puerta del auto y me dejaría en medio de la calle. Pero por el contrario me rodeó con sus brazos.

—Ya, ya...

Dio palmaditas un poco fuertes en mi espalda. Era algo torpe, seguramente si mi espalda no fuese tan grande, me habría roto.

Me quedé ahí por un buen rato hasta que se me pasó un poco el mareo. Me limpié con la mano las lágrimas y me separé.

—Lo siento—le dije.

—Está bien, no te preocupes.

—No, de verdad—señalé su camisa— La llené de mocos...

Y bueno, ese día me fui a pie a casa.

The Things I Write Because I Love You  [YoonKook] Where stories live. Discover now