Capítulo 4 Una Semana.

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Mientras manejaba pensaba si era lo correcto o no pero ya iba en carretera ellos no estaban y aún así él la sigue al otro extremo del país, pero necesitaba saber que estaba bien, no sabía si hablaría con ella solo tenía esa necesidad de mirarla.

Había manejado toda la noche y ya estaba llegando había estado allí con Lucia años atrás la tía Gladys era esa madre que le faltó a Lucia, esa persona consentidora pero también aquella persona que no le gustaba usurpar el lugar de otra, no se llevaban bien las hermanas y esto hizo que ella pusiera distancia pero Lucia seguía buscando a su tía muy a menudo, pero nunca pensó que se vendría por tanto tiempo.

Estaba a una calle de distancia solo al cruzar la podría ver pero tenía temor de que ella lo rechazará o simplemente terminara de destrozarle el corazón Lucia prefiero a Marcos por encima de él fue traicionado y allí estaba buscando una mujer que ni si quiera lo ama.

Encendió el carro para irse de allí pero la puerta principal se abre dejando ver a la flaca más hermosa que ha conocido en la vida, aquella que hace que su corazón se acelere a millón era ella, Lucia y sonreía como siempre, eso le saco una sonrisa sabía que estaba tranquila no como los últimos días que la vio en Caracas.

Como un autómata bajo del carro y cruzó la calle quedando justo detrás de ella, la tía Gladys lo mira y abre los ojos inmensamente.

Estaba hablando con su tía cuando nota que algo la sorprendió y la curiosidad la ganó haciendo que volteara para encontrarse de lleno con Gabriel.

—¡¿Gabriel?!.— aquello no lo podía creer era él.

—Hola.—solo saluda con la mano.

— ¿Que haces aquí?.— mirando a ambos lados como si buscará a alguien.

—Vine solo Lucia.— no sabía si era que deseaba que estuviera con Marcos o tenía temor de que él estuviera allí estaba muy pálida.

—Yo no quiero saber nada de uds, solo quiero vivir en paz.— cuando dijo eso salió de su boca también un jadeo.

—No se porque estoy aquí pero necesitaba verte.— ya había viajado, ya la tenía al frente no importa que su orgullo barriera el piso.

—¿Verme para que? .—Lucia estaba siendo muy cortante.

—Lucia nosotros hemos estando juntos por años, no pretendas que saldremos de nuestras vidas así tan fácil.— no se había movido de su lugar y sentía que tenían un abismo de distancia.

—¿Sirvió algo todo este tiempo viviendo juntos, para que tú reconsideraras tú decisión?.— Sabía que tenía razón pero lo menos que quería era hablar del pasado.

—¡Lo siento!, sé que dañe nuestras vidas pero podemos volver a intentarlo, no tenías que involucrarte con Marcos pero se que podemos tratar de arreglarlo .—no podía ser cierto, ¿de verdad él estaba dispuesto a olvidar el romance que tuvo con Marcos?, Sí, estaba dispuesto porque la quería devuelta.

—Chicos no creo adecuado que hablen en medio de la calle, pase a la casa.—se habían olvidado de la tía Gladys.

Gabriel se me quedó mirando y esperando que le confirme la invitación.

—Es su casa.— dejando para que siguiera cuando iba a la altura de su tía la miro con reproche.

Se cruzó de brazos no quería que estuviera allí, Marcos podría enterarse y hacerle daño ¿porque no podía quedarse con su pareja? Estaba muy nerviosa.

—Yo solo necesito que hablemos por favor.— Dios su cara de suplica la estaba matando.

—Ya lo que teníamos que decirnos ya lo dijimos.— pero no era cierto había mucho que decir, mucho que explicar y mucho que aclarar pero no podía hacerlo.

—¿Que haces aquí y porque no estás con Marcos?.— caminando hacia donde estaba ella y colocándose en frente.

—Porque quería venir a visitar a mi tía y él está en sus cosas en Caracas.— aquello lo dijo si titubear.

—¿Desde cuando están uds.?, ¿Desde cuando me estás viendo la cara?.—sabia que él necesitaba respuesta pero era algo que no podía hacer con la verdad le tocaba mentir.

—Desde hace mucho y se nos salió de control.—se volteo no quería seguir mirándolo.

—Podías simplemente dejarme no verme la cara de imbécil.— aquello le dolió porque nunca lo ha visto así..

—Ya no vale la pena ni si quiera hablar del tema, siento mucho que te hayas dado este viaje tan largo pero no era necesario.—estaba siendo cínica de eso no tenía duda y que él volviera a confiar en ella le iba a costar.

— ¡Así que lo que teníamos no vale la pena!, Es una lástima ¿sabes? Porque para mí lo nuestro lo era todo.— aquello le molestó tampoco es que él no tuviera culpa alguna.

— !Mentira, eso que acabas de decir es mentira¡, ¿cuantas veces te pedí que te alejaras de Marcos, que no lo quería en nuestras vidas, Cuantas?.— muchas veces, fueron muchas discusiones sin poder lograr que él dejara de frecuentarlo ahora ya era demasiado tarde.

—Tienes razón y tu manera hacer ver que estabas en lo cierto era metiéndote con ese imbécil, ¡diablos lucia yo puedo lidiar con él pero tú no!.— tomándola de los brazos y pegando su frente a la de ella.

—Sabré como cuidarme pero tienes que irte Gabriel, por favor.—cerrando los ojos para no caer en la tentación lo extrañaba mucho.

—Como te extraño Lucía .— rozando sus labios.

—Yo también te extraño.— y aquello fue su perdición él asalto sus labios y se perdieron en un laberinto de pasión.

Quería seguir, quería volver a sentirlo estar en sus brazos y olvidarse de todo pero no soportaba la idea de que él dejara de existir, aquel pensamiento fue como una jarra de agua fría lo empujo y se separó de él.

— Vete Gabriel.— vio como él trataba de controlar sus sentidos.

—Me amas lo sé.— aquello lo afirmo con una sonrisa en los labios.

—Amar no es suficiente.— se abrazo a si misma y le dió la espalda.

—Una semana dame una semana y si quieres volver con él entonces te dejo en paz.— su cuerpo se estremeció sería posible que pudieran estar allí sin ser alcanzado por la maldad de Marcos, quería, de verdad quería esa semana y muchas más con él.

—¿Alguien sabe que estás aquí?.— pregunto esperanzada.

—No nadie sabe donde estoy.— ella se acercó y tomo su mano.

—Gabriel solo una semana y nadie debe de enterarse que estamos juntos por favor.— su sonrisa era gigante la tomo en sus brazos y la cargo.

—No le diré a nadie si eso hace que estés tranquila, ¿puedes acompañarme a hospedarme?.— le pregunto después de haberla besado nuevamente.

—Quedate aquí mi tía no tendrá problema sabes que te adora.— él entrelazó sus manos.

—No quiero abusar Lucía.— ella lo miro y sabía que decía la verdad pero era peligroso que él se registrara en un hotel.

—Ire hablar con mí tía espérame aquí.— sin darle chance de replicar se levantó y se fue.

Iban a estar juntos y no le importaba si solo era una semana la viviría como si fueses los últimos días de sus vidas.

BUENO ANTE NADA MIL DISCULPA ESTUVE AUSENTE BASTANTES DÍAS ESPERO PODER PONERME AL DIA CON UDS.

UN CAPITULO UN POCO CORTO PERO CON MUCHO CARIÑO ESPERO QUE LES GUSTE Y ME REGALEN SU VOTO.

SE LES QUIERE.

No Eres Mía #02Where stories live. Discover now