Capítulo II

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Íbamos de camino hacia la casa de los padres de Maiser para una reunión familiar. En la familia Sousa se acostumbraba que cada fin de mes se juntaran todos los hijos con sus respectivas esposas e hijos para ponerse al corriente en todas las novedades o en este caso, para celebrar los cumpleaños de los integrantes de los Sousa. Era una familia muy unida, eso era algo que realmente amaba de todos ellos. Cuando me case con Maiser pensé que todos me rechazarían por tener la hija de otro hombre, que gran error fue el dudar de todas estas personas.


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-Mamá, papá, hermanos y hermanas, tengo que darles una noticia- todos dejaron sus conversaciones a medias y le prestaron toda su atención a Maiser. Él me tomo de la mano y me miro con una enorme sonrisa- Jessy ha aceptado casarse conmigo.

Mi corazón se paró por segundos, esperando su reacción de pánico, desaprobación, de rechazo, pero eso nunca paso. Clarisa Sousa, la madre de Maiser, corrió a abrazarnos con lágrimas en los ojos.

- Muchas felicidades hijo, más te vale cuidar bien de mi Jessy- le amenazo Clarisa.

- ¡Al fin! Pensé que este día nunca llegaría- dijo Joe Sousa, el padre de Maiser – Gracias por darle el sí a esté cabeza hueca.

- Si este patán te hace algo hermanita, avísame que yo lo pongo en su lugar- prosiguió Gustavo, uno de los hermanos mayores de Maiser.

- Gracias por el voto de confianza, hermanito- se quejó Maiser.

- Bienvenida a la familia ¿Y de todo esto, dónde diablos esta mi sobrina Anne?- preguntó Tamara, la hermana menor de Maiser.

- Ya era hora, empezaba a creer que sería el único que sentaría cabeza en esta familia- bromeo Octavio, el hermano mellizo de Gabo.

- Una mujer más a la familia, Tamy ve consiguiendo marido, porque con Jessy y Anne en la familia las mujeres están ganando terreno- remilgo Abraham, el hermano más pequeño de los Sousa.

- Y espera que nazcan Rose y Clara, no tendrán oportunidad- comentó Melissa, la esposa de Tavo, que estaba embarazada de gemelas.

Y así fue toda la velada, llena de bromas, risas y anécdotas vergonzosas sobre Maiser de pequeño. Ese día, después de la muerte de mamá, volví a sentir que tenía una familia. No solo me recibieron a mí, sino también a mi hija con los brazos abiertos. Sentí como un parte de mí que estaba rota comenzaba a sanar.

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Dimos un giro hacia el camino de árboles que nos daba la bienvenida a la casa de la familia Sousa. Por la cantidad de autos que se encontraban estacionados en el jardín, esta iba ser más que una reunión familiar.

- Pensé que íbamos a ser sólo la familia.

- Ya sabes como es mi madre con esta cosa de los cumpleaños, tira la casa por la ventana.

- Bueno, son sus primeras nietas, es lógico.

- No son exactamente las primeras, Anne lo es. – me recordó, en ese tono de "no vuelvas ahí".

- Sabes a lo que me refiero Maiser.- le puse mi mirada de "ya hablamos de esto".

- Si, lo sé – dijo en un tono más apagado.

Corazón de PólvoraWhere stories live. Discover now