Mi pesadilla favorita (Aguslina) [Pausada]

12.- «Sos mía ahora»

Los días pasaban y ya era la fecha de la fiesta a la que Juan me invitó había llegado. Como dije antes este tipo de fiestas no me gustaban, pero quería distraerme un poco y además quería darle más celos a Agustín, que aprenda que no somos nada y que puedo hacer lo que se me nazca la gana.

Aunque admito que lo extraño, extraño estar con el, extraño abrazarlo, extraño quererlo, simplemente lo extraño.

Termine de arreglarme y conduje en mi auto hacia la casa que me indicó Juan.

(...)

Al llegar era lo típico de una fiesta de universidad, la música se escuchaba en toda la cuadra, la gente chapando, todos bebiendo, lo normal. Admito que estoy un poco nerviosa, pero no me sobrepasare.

Entre a la casa donde encuentro a todos bailando y la música se volvió mas intensa de lo que ya era. Pase entre la gente empezando a buscar a Juan, no conozco a casi nadie acá, solo a unos cuantos compañeros de clase o a personas quienes me topaba en el descanso, estoy empezando a creer que fue una mala idea venir. De golpe siento que por detrás me tocan el hombro llamando mi atención, volteo y me encontré con Lena.

—¿Lena? ¿Que haces acá?— pregunte dudosa, casi gritando para que pudiera escucharme.

—¡Hola Caro! ¿Que más voy a hacer? Gozando loca. Nunca viene mal una buena fiesta— me contestó en grito —¡Che, vení que estamos jugando verdad o reto!— me tomo de la mano y empezó a guiarme hacia quien sabe dónde.

—¡Para, es que tengo que encontrara a Juan!— la frene.

—¡El también está jugando, vamos!— volvió a jalarme —¡Buenas noches!— dijo cuando llegamos.

Había un grupo de chicos y de chicas del campus sentados en el suelo, jugando verdad o reto.

—¡Caro, llegaste!— dijo Juan y se levanto para saludarme con beso en la mejilla —Sentate— obedecí y me senté junto a él y Lena.

—Muy bien Chiara...— dijo Lionel —¿Verdad o reto?

—Reto— contestó segura...

(...)

Casi toda la noche me la pase jugando verdad o reto con los chicos, aunque solo jugaban ellos, yo solo los veía, pues nadie me preguntaba a mi, lo cual me aliviaba.

—Te toca Jorge— dijo Lena.

—A ver...— dijo el chileno mirando entre el círculo de gente a ver a quién preguntarle —Tu, Carolina— hable muy pronto —¿Verdad o reto?— agh ¿Justo el me tenía que tocar? No aguanto a este chico, siempre sacándome la piedra. Lo detesto a montones.

—Verdad— dije sin pensarlo dos veces.

—Muy bien ¿Es verdad que te gusta Bernasconi?— me pregunto.

—¡Uhhhhhhhh!— cantaron los chicos a nuestro alrededor.

Estaba re nerviosa, no sabía que contestar.

—Otra pregunta— conteste.

—¿Y por qué?— habló el chileno.

—No me gusta hablar sobre ese tema— le conteste.

—Entonces te gusta— afirmó.

—No... bueno... yo... ¡Otra pregunta López!— grite furiosa.

—Admítelo. Te gusta Agustín— me reprochó en la cara.

No lo podía evitar, si me gustaba Agus, pero no podía decirlo.