Capítulo 72

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Tiempo atrás lo salpicabas todo con tu encanto, te he visto reducir hombres al llanto y a la fortuna despreciar.

Caminó con sensualidad hasta el auto, y lo saludó con la mano antes de entrar al asiento del copiloto.

-Hola Marco -dijo al cerrar la puerta e inundar con su olor a vainilla el auto.

-Hola Ka -besó su mejilla y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, pero lo ignoró. Kaley miró hacia atrás y vio que había compañía.

-Hola -los saludó con una sonrisa- Soy Kaley Asensio.

-Woow -rió Gage- Hola preciosa, Gage Storm a tus servicios -la rubia rió un poco y Marco rodó los ojos, sus amigos tan casanovas como siempre.

-Y yo soy Mike Nizzon -le sonrió- Y concuerdo con mi amigo, déjame decirte que eres preciosa.

-Gracias -les sonrió coqueta y Marco frunció el ceño. ¿Por qué les coqueteaba?

-Bien ahora sí, vamos -interrumpió el momento Marco con la voz cargada de sentimiento incierto para él- Que es hora de divertirse.

Todo el camino escuchó la conversación animada de su prima con sus amigos, les contaba porque estaba ahí y de sus aventuras en Londres, ni atención le prestaba a él, y bueno. ¿Por qué le importaba aquello?

Tendría que estar feliz que su prima no se le insinuara otra vez y estuviera animada con sus amigos, así el disfrutaría de la fiesta.

Llevaban un buen rato dentro de la disco donde sus amigos no se despegaban de su prima que también había atraído varias miradas dentro, y él bueno, disfrutaba de la vista de las demás chicas o eso intentaba para despejarse y no pensar que a su lado tenía a Kaley. Gage se llevó a su prima a bailar y el pudo respirar tranquilo. Mike desapareció por ahí y el tomó el resto de cerveza, ¿o era ron? o quizás tequila, ya ni sabía lo que estaba bebiendo, pero se lo tomó igual.

Divisó a una chica bailando animadamente cerca de él y sonrió, fue en busca de ella. Se apegó a su cuerpo y bailó junto a ella un buen rato.

Luego de bailar con la chica, tocarla y casi comérsela en medio de la pista fue a descansar sobre unos asientos que habían a un lado de la disco. Otra chica se le acercó y se sentó sobre las piernas de él, se acercó a su oído y susurró.

-¿Te acuerdas de mí? -Marco que apenas oyó, se estremeció.

-No -murmuró sobre su oído- ¿Debería?

-Creo que una vez despertaste en mi casa -murmuró un poco más alto. Marco recordó en pocos segundos la vez en que había despertado en casa de aquella extraña muchacha de cabellos negros, la miró bien y sí... Era ella.

-Creo... creo que no te recuerdo -la abrazó por la cintura y la apretó contra su entrepierna- ¿Podrías ayudarme a hacerlo?

Su política ahora era no acostarse dos veces con la misma chica, pero ahora haría una excepción. ¿No la vería nunca más cierto? ¡Qué importaba!

La besó con fiereza y salvajismo, introduciendo inmediatamente su lengua en la cavidad bucal de la chica que tenía sentada sobre él. Bajó su mano hacia el trasero de la chica y comenzó a acariciarlo mientras la chica gemía sobre sus labios. Y hubiera seguido así e incluso hubiera llegado a más si no fuera porque de pronto sintió que la chica era tirada de un jalón.

-Pero que... -murmuró y vio a la chica parada a un lado de Kaley.

-Lo siento querida -habló su rubia prima- Pero creo que por ahí -apuntó cualquier parte- Hay un chico desesperado por sexo, ve ve -la empujó levemente y la chica al ver que Marco no hacía nada y sólo se quedaba embobado mirando a la rubia, desapareció por ahí maldiciendo.

-No me creo lo que has hecho -rió Marco- ¿Por qué la has ahuyentado? estaba buena -se paró del asiento.

-Porque no es necesario que te acuestes con una desconocida, teniéndome a mí -le sonrió y se acercó rápidamente- ¿Qué dices? -se pegó a su cuerpo y Marco se estremeció.

-Kaley, por favor -trató de separarse de ella pero ésta no lo dejó- Ka, baila, disfruta, hay muchos chicos que quisieran follarte -la miró directamente a sus ojos.

-Pero yo sólo quiero que lo hagas tú -ella se acerco aún más y rozó sus labios con los de él- Cúmpleme la fantasía Marco -la rubia agarró las manos de Marco y las colocó sobre sus caderas- Y no me digas que no quieres, porque ahí abajo si hay algo que lo quiere -se movió contra su pelvis y Marco gimió.

-Maldición Kaley -murmuró Marco incapaz de separarse- No podemos.

-Podemos, si queremos -con su lengua lamió los labios de Marco y eso bastó para que perdiera la cordura.

-Dios -susurró y cerró los ojos un momento- Es una locura -los volvió a abrir y vio a Kaley sonriéndole muy de cerca. Buscó a sus amigos con la mirada y no los encontró por lo que supuso que estarían entretenidos en algún lado- Ven.

La tomó del brazo y la dirigió a la salida, se subieron al auto y Marco condujo hasta su casa.

El camino de la puerta de la casa, hasta la puerta de la habitación del castaño había sido un delirio. Entre unos besos calientes, y unas caricias quemantes se había desecho de la mayoría de su ropa y del vestido de su prima, todo había quedado tirado en el transcurso de la escalera y el pasillo.

Recostó a su Kaley sobre su cama y le abrió las piernas para acomodarse entre ellas.

-Me gusta que estés mojada por mí -susurró Marco mientras la acariciaba- ¿Me deseas? -le preguntó.

-Sí, mucho -susurró mientras gemía- Marco...

-Silencio -la calló- Sólo disfrutemos. Se levantó un poco y quitó el sujetador de su prima, admirando una vez más sus senos.

Unos minutos bastó para que ambos estuvieran en el máximo placer alcanzado.

Éramos salvajes, sin frenos para el amor y en la misma fantasía, se fundía y se reía de los dos.

-Marco -gimió la rubia- Te quiero ya.

-¿Qué quieres? -la hizo esperar.

-Quiero que me folles, rápido y muy duro -susurró entre sus brazos y Marco se estremeció. ¡Su prima lo ponía a mil!

Pero en aquel instante olvidó que era su prima, porque después de ponerse el preservativo la penetró de una vez y ambos gimieron al sentir el placer proporcionado.

Algunas noches soy fácil.

-Sí Marco.. -gimió la rubia otra vez- Más rápido, vamos...

Marco se movió acatando las órdenes de su prima, el sudor de su frente hacía notar que llevaban varios minutos ahí en la cama y que no pensaban parar.

-Sí.. -gimió él con la voz ronca- Estoy a punto -murmuró. Unos segundos después alcanzaron el máximo del éxtasis.

No acato límites.

Marco aguantó la respiración. Juntó su frente con la de Kaley y se quedó ahí sonriendo. Luego, unos segundos después, salió de su prima y botó el preservativo en el baño. Volvió a la cama y vio a Kaley acostada sobre ella, de manera sumamente sensual.

Su pelo desordenado, su frente sudorosa y sus mejillas sonrosadas. Se acostó a un lado de ella y la rubia no tardó en subirse a horcajadas sobre él.

-¿Por qué eres tan guapo? -susurró Kaley mientras besaba su cuello.

-Supongo que mi mamá me hizo con amor -rió y la tomó por las caderas apretándola contra su pelvis.

-¿Otra vez Marco? -murmuró la rubia al sentirlo duro otra vez.

-Creo que no hay límites para mi -le sonrió de forma seductora.

Estoy perdido.

Perdido estoy.

Miró a su prima rubia dormir al otro lado de la cama y suspiró. ¡Joder se la había follado! y hasta le había encantado.

Pero aquello no debió haber ocurrido le decía una voz en su mente mientras que otra le decía que no estaba arrepentido.

Enamórate || Marco Asensio ~ AdaptaciónWhere stories live. Discover now