Nuovo Amore (Katekyo Hitman Reborn

Capítulo 16

El sol salía nuevamente anunciando el amanecer, unos alasqueños rondaban la ciudad, abriendo sus negociosos, uno que otros niños iban listos para ingresar al colegio y unos padres ir a sus respectivos oficios.

El aeropuerto de la capital seguía con sus funciones, solamente tenían el inconveniente de unos de los aviones, se mantenía estacionado. Unos trabajadores se preguntaban a que se debía, pero solamente les respondían, "Es el avión privado del presidente" luego de eso, nadie hacia más preguntas, seguían con sus funciones laborales.

Mientras en el avión, Sawada Tsunayoshi dormida plácidamente, incluso se podía decir que tenía una sonrisa en el rostro, pero los rayos del sol se colaron por la ventana despertándolo poco a poco. Con pereza se levantaba, se estiraba un poco y luego se rascaba el pecho.

Se restregó los ojos un poco, estaba en sus pensamiento de no querer levantarse cuando escucho un ruido a su lado, al girarse vio una pierna desnuda, la siguió hasta encontrarse con el desnudo cuerpo de Aruko, que igualmente intentaba escapar de los rayos del sol y seguir durmiendo. Como una cachetada, los recuerdos de la noche desde que partieron del aeropuerto de USA.

-Buenas. –dijo tímido Tsuna evitando el cuerpo desnudo de Aruko.

Aruko con pereza gateo donde estaba sentado Tsunayoshi a las orillas de la cama, lo abrazo por detrás. –Buenos días, cariño. –le susurro en el oído.

-Esto...Aruko-san. –uso el honorifico de respeto. –Por favor, esto...-no sabía cómo decirle que se apartara.

-¿Qué pasa? –apretó más sus pechos con la espalda. -¿Acaso el Tsunayoshi que me hizo el amor se esfumo y ahora el tímido que adoro despertó en mi cama? –le dio un beso en la mejilla, lo tomo por la barbilla para verlo a los ojos. –Que interesante. –le sonrió con picardía para después besarlo a la boca.

-Perdón, lo que paso en la noche. –le acaricio su hombro, mostrando algunos chupetones. -¿Esta...está bien...tu cuerpo?

-Estoy más que satisfecha. –lo abrazo de frente. –Tal vez se escuche como algo extraño, mejor dicho pervertido. Pero cuando me hiciste tuya, mi calor disminuyó notablemente. Sin duda eras mi persona destinada.

-Eso me recuerda, Aruko. –la tomo de la mano para besársela. -¿Cómo es posible todo lo que paso anoche? No pude entenderlo porque...-se cortó al no decir la palabra.

-Porque estabas excitado. –Tsuna se quedó boca abierto al ver la tranquilidad que lo dijo Aruko. –Yo también, creo que no pude explicarme bien por mi celo.

-¿Me puedes explicar?

-Pero primero tomemos un baño. –lo tomo de la muñeca y lo arrastro al baño que primera vez se bañaba desnudo con Aruko.

Una vez que se bañaron se metieron a la tina, cada uno en los extremos de la tina.

-Mi familia siempre le intereso tener muchos miembros, asique empezó un experimento donde las mujeres no tuvieran dificultades en tener bebes y estuvieron haciendo mutaciones, evoluciones, etc. No llegaron lo que deseaban, pero tuvieron una segunda reacción. Las mujeres no tuvieron su regla. –al mencionarlo Tsuna se sonrojo. –Sino a la edad de 18 años tuvieron un periodo donde deseaba tener sexo, como los animales en temporada de apareamiento. Ellas expulsaban feromonas para atraer una pareja. Muchos hombres podían sentir las feromonas, pero podían controlarse, lo perciban solo como un perfume seductor.

>Pero existieron algunos que percibían mejor la feromonas y les atraían más, siéndoles imposible de no resistírseles. Al parecer las llamas de última voluntad eran las causantes. Todos los hombres que percibían mejor el aroma, eran de llama del cielo, el factor de armonía. Las mujeres en su estado de desesperación, atraen lo que puede darles armonía. Eso explicaba porque ellos no podían resistirse a ellas.