Marcela García es una joven de 26 años de origen Mexicano, la cual decide trasladarse a la ciudad de París, para cumplir un sueño y una meta que siempre ha tenido, estudiar en una prestigiosa escuela de diseño de modas.
La vida le pondrá...
El retorno a casa fue algo serio, Mark estuvo demasiado circunspecto la hora y media de vuelo, por más que trate de hacerle comprender que todo estaba bien, él seguía enojado y no podía hacer nada. En cierto momento me sentí triste por haber regresado tan pronto, pero ¿Qué podíamos hacer?, no es tan fácil decirle a Ryan que no, siendo él un hombre que jamás acepta "No" por respuesta.
Me despido de Mark rápidamente, porque tengo la sensación de vomitar y es demasiado fuerte. Me apresuro, cerrando con llave la puerta, no quiero causarle más problemas. Al llegar al baño, por fin vomito y esta vez no es saliva. Me limpio la boca y lavo las mano, para luego mirarme al espejo un poco extrañada y con rareza. -¿Qué sucede conmigo?-
Inhalo y exhalo, debo preguntarle a Lisa por un buen médico e ir a consulta para realizarme un chequeo y que todo esté bien aunque lo más sensato es que sea producto derivado del estrés, debido a los últimos acontecimientos de estas semanas.
Me quito la ropa para tumbarme a dormir profundamente... ***************************************** Un domingo ocupado y cuando digo ocupado es porque lo fue. Mark me levanto temprano, un poco apenado, pero lo hizo para pudiéramos terminar el dossier antes de tiempo y tener chance de dormir temprano y no resentir al día siguiente los efectos.
Trabajamos mano a mano, como siempre lo hacíamos en la oficina, en cada trabajo e incluso cuando comencé a trabajar en Carter Corporation, cuando aún era una principiante. Mientras Mark se encargaba de los números, yo lo hacía con las letras, redactando, escribiendo y traduciendo en varios idiomas. Tomamos breves descansos, pero decidíamos apresurarnos para que finalmente nuestro dossier quedará listo a la 5:00 pm, un excelente, bien redactado y completo dossier, esperando que sea del agrado de Ryan.
Mark ordenó pizza, sabe que la amo, aunque a escondidas fui a vomitar. Creo que tiene la ligera sospecha de que algo sucede conmigo, porque me notó muy rara y bueno, no le culpo porque hice una ligera mueca de asco. Tuve que mentirle con que todo estaba bien, que solo era el cansancio y estrés de haber trabajado todo el día sin descanso alguno. Estoy muy preocupada, no comprendo que pueda ser. Posiblemente esté enferma y no lo sepa, pero esta semana iré al médico.
Mark y yo dormimos temprano, cada quien en su cama para empezar con el pie derecha una semana más. Agendé mi cita con el médico, el jueves, para que pueda checarme que esté perfectamente bien y de paso recetarme algo para mi malestar.
Existen rumores, aunque no son confiables, que Ryan vuelve el jueves. De ser así espero poder hablar con él y renunciar de una vez por todas a ser su asistente personal, aunque tal vez su llegada choque con mi cita médica. Espero poder hablar con él, enfrentarlo y ser unos sensatos adultos que hablaran con calma y voy decirle que no quiero seguir trabando con alguien que solo trata a las mujeres como mero objeto sexual. Aunque esto último sería demasiado, pero es la verdad... ***************************************
Lunes, otra semana más. Me siento muy positiva aunque con un poco de sueño pero nada que una ducha fría no pueda resolver... Al salir del baño, me veo frente al espejo, me siento muy rara al ver mi vientre, está un poco más abultado. Estoy un poco preocupada, porque hoy noté pequeñas pigmentaciones de sangre en mi ropa interior. Casi estoy segura que pronto tendré mi periodo, ser irregular es una molestia, nunca sabes cuando la tendrás. Por si las dudas me pondré una toalla pero solo espero no me baje hoy...
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