Marcela García es una joven de 26 años de origen Mexicano, la cual decide trasladarse a la ciudad de París, para cumplir un sueño y una meta que siempre ha tenido, estudiar en una prestigiosa escuela de diseño de modas.
La vida le pondrá...
SER FUERTE NO ES UNA OPCIÓN. Una mujer fuerte sabe que ser fuerte no es una opción para ella; es una necesidad.
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(Nota: Este final alternativo es uno especial, en donde me gustaría plasmar que siempre hay ser fuertes e independientes. Espero realmente les guste).
Las cosas entre Ryan y yo no terminaron de la mejor manera. Su madre le mintió, llenándole la cabeza de falsas ideas y mentiras acerca de mi. Diciéndole que solo era una aprovechada arribista, deseosa de tener su fama y dinero. Ella le enseñó las fotos donde supuestamente estoy besándome con Mark, prueba de mi infidelidad y traición hacia Ryan. Eso no era verdad intenté demostrarle cuán equivocada estaba ella y abrirle los ojos, haciéndole entender que su madre nunca me ha querido y ese es el motivo por el cual habla tan mal de mi.
Lamentablemente no quiso escucharme, me evadió y me corrió de su casa. Rompimos nuestro compromiso y...me lastimó, decepcionándome nuevamente. Haciéndome comprender que Ryan nunca había sido el hombre de mi vida, por más que le amara y perdonase cada error, nada cambiaría. Que cada esfuerzo, cada lucha contra todos y todo, no fue lo suficiente como creíamos. Que las esperanzas puestas de muchos, no sirvió. Me mandó al carajo, diciéndome cuánto me odiaba por haberle sido infiel aún cuando no me dejó explicarle la verdad. Me dijo que no deseaba saber nada de mí y los niños, pues no eran suyos. No los consideraba suyos, no los quería.
Estaba rota y destrozada, no sabía que hacer, no sabía a dónde ir. Iba a ser madre de tres pequeños, estaba sola y sin dinero. No llamé a Mark, no deseaba preocuparle más, suficiente tenia con saber que el amor de su vida estaba embarazada. Me encontraba en el medio de la nada, no podía pensar correctamente.
Intente deshacerme de mis pequeños, intenté borrarles pero me arrepentí y me arrepiento un millón de veces. Jamás me perdonaré por haber pensando en esa maldita idea por culpa de la tristeza y rencor del momento. No hay día en que no les pida perdona mis pequeños aún cuando son saben a lo que me refiero. Tan pronto me resigné, busqué a Lisa, necesitaba de su ayuda y comprensión. Me regalo pero me apoyo incondicionalmente, alentándome a buscar a Max, quien sabría cómo ayudarme.
Para mala suerte Mark se enteró de lo sucedido, Lisa le había contando lo que intenté hacer. Estaba enojada con ella pero tenía razón, fue una locura. Una maldita locura. Mark me regañó, se enojó conmigo y le decepcioné. Estaba muy triste por la decisión intenté tomar y aún peor por no haberle llamado. Le expliqué que no deseaba ser una carga más en su vida, no necesitaba andar dando lastima. Pues de alguna u otra manera debía ser responsable de mis acciones, debía valer por mi misma y no pro alguien más.
Mark comprendía mi comportamiento, sabía cuan decepcionada estaba además de saber cuán pisoteada estaba mi autoestima. Llamó a Max, quien de inmediato se puso en contacto, diciéndome que pronto me vería para saber lo ocurrido. Habían pasado diez días desde mi ruptura con Ryan y aún no veía a Max. Ya no me hacía esperanzas, nada podría cambiar.
