Capítulo 8: El peor cumpleaños.

2.9K 351 242
                                    

''Mikasa, ¿estás bien?''

                                     Visto.

''Me preocupas, por favor contéstame.''

                                     Visto.

''No es buen momento, ¿verdad?'' 

                                     Visto.

''Está bien, hablaremos después.''

                                    Visto.

.

.

.

.

El fin de semana, Mikasa pasó los días encerrada en su habitación, algo deprimida y sin nadie que la molestara —a excepción de Eren, quien no dejaba de mandarle mensajes—. Su depresión se debía a las palabras de su amigo Armin sobre el profesor Ackerman. Nunca pasó por su cabeza que el profesor podría gustarle, era ilógico, lo odiaba, ¿no? Así fue el fin de semana, con un Eren insistente llenándola de mensajes y su mente llena de las imágenes del día viernes. 

Tenía días sin ver a su padre, quien sólo le mandó un mensaje felicitándola por su cumpleaños el lunes, a lo que ella respondió con un seco ''gracias'' con otro mensaje.  No era la primera vez que un cumpleaños no le emocionaba, sobre todo porque no haría nada especial, así que salió hacia el instituto con el ánimo por los suelos.

Como siempre, su amigo Armin ya estaba esperándola con alegría.

  — ¡Mikasa! ¡Feliz cumpleaños!

El rubio le dio un fuerte abrazo a la azabache, quien apenas reaccionó a la muestra de afecto y le devolvió el abrazo sin muchas ganas.

— Gracias, Armin...

— Sé que tenemos examen mañana, pero los chicos y yo estuvimos pensando y creemos que sería buena idea que saliéramos por un helado aunque sea para celebrar, ¿qué te parece?

— No suena mal...

La pelinegra fingió una sonrisa y se adelantó hasta su lugar, dejando a Armin preguntándose qué era lo que le ocurría a su amiga; Eren le había comentado que no contestaba sus mensajes ni sus llamadas, y el pequeño rubio intuyó que lo más probable sería que su amiga Mikasa se sentía algo deprimida por lo sucedido aquel día que se la encontró llorando. Armin sabía que Mikasa no se lo había comentado a Eren, lo que reforzó su teoría; a Mikasa le gustaba el profesor Ackerman, pero no quería admitirlo.

Aquel día fue igual de estresante y aburrido que los anteriores, exámenes, exámenes, y más exámenes por realizar. En uno de sus recesos, Ymir interceptó a Mikasa antes de salir por la puerta.

  — Mikasa, tengo que hablar contigo.

La azabache, extrañada por su repentina petición, aceptó y acompañó a Ymir hasta un pasillo vacío; no solían ser las amigas más cercanas, pero si Ymir tenía algo que decirle, debía ser importante.

Promesa de niñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora