(Pesadillas)
Llegaron a la mansión de Aruna Abigail y Vkovchenco, el resto estaba reunido en la sala estaban en silencio, Aruna tenía los ojos rojos y miraba una foto de su hermano que tenía sujeta en las manos, Abigail no tardo en preguntar,
-¿Qué sucedió?-
Eliot se levantó del sofá y se la llevó a la parte de afuera, la tomó del brazo y le dio la lamentable noticia,
-Giorgio ha muerto- dijo bajando la mirada
-¿Cómo?- preguntó incrédula
-Lo encontraron muerto dentro de su auto-
-¿Alguien lo mató?- preguntó Vkovchenco
-No, se ahogó en su propio vomito- dijo el viejo Aruna que venía con lágrimas en sus ojos
-Imposible-
-¿Qué hacemos ahora?- preguntó Eliot
El viejo Aruna abrazó la foto de su hermano, y caminó hacia adentro de la casa y les anunció a todos
-No podemos caer en manos de la justicia, debemos seguir con lo nuestro, debemos hacer lo que mejor sabemos hacer, y eso aplica para el detective y su asistente y todo aquel que meta las narices en nuestros asuntos-
Todos los presentes en aquella casa sonrieron de manera diabólica, el aura de aquel lugar pasó de ser un lugar controlado a un lugar muy oscuro, pesado lleno de maldad, todos se frotaban las manos porque lo mejor estaba por venir.
En la jefatura de policía estaba Gerard declarando, pues él había encontrado a Giorgio muerto en el auto, Donna estaba aterrorizada ante tal hallazgo, fue justo cuando ambos iban al estacionamiento a buscar el auto para ir a la oficina. Después de media hora Gerard salió de la oficina y habló con Donna
-Todo está bien, quédate tranquila- le dijo acariciándole el cabello
-Fue horrible- dijo Donna entre lágrimas
-Lo sé y por eso quiero que te quedes tranquila-
-Está bien lo intentaré-
-Vamos por algo de comida para luego ir a la oficina ¿Te parece?- Le preguntó Gerard a Donna
-Está bien-
De camino a un restaurant de comida rápida fueron interceptados por un auto negro
-¿Qué pasa?- preguntó Donna sorprendida y asustada
-No lo sé-
Del auto salieron unos hombres enmascarados con armas y uno de ellos bajó con un bastón apoyándolo del piso, Gerard lo miró y pudo reconocer el bastón, era el mismo bastón que había visto en el sueño, el hombre regordete dio órdenes a los demás y cada uno abrió las puertas del auto de Gerard y los sacaron a la fuerza les golpearon la cabeza y los dejaron inconscientes los subieron rápidamente al auto de donde ellos bajaron y se marcharon lo más rápido posible.
Al despertar Gerard se encontraba en una especie de mazmorra, estaba atado de brazos y piernas le dolía la cabeza y no se podía mover,
-¡Donna¡- gritaba desesperado -¡Donna¡-
-Donna no puede escucharte- dijo alguien desde una puerta que estaba en frente
-¿Quién eres?- preguntó Gerard jadeando
-¿Te olvidaste de mí tan rápido?-
-Gerard arrugó sus ojos- y se sorprendió
-¡Aruna!-
El viejo se acercó lentamente a Gerard, estaba forcejeando pero por cada vez que forcejeaba más le dolía la cabeza,
-¿Qué has hecho con Donna?- preguntó
-Ella estará bien no te preocupes-
-Si le sucede algo te...-
-¿Qué harás?-interrumpió Aruna, -En tu estado actual no harás nada-
El viejo se dio media vuelta y salió de aquel cuarto que apestaba como si hubiese una cantidad interminable de cadáveres pudriéndose dentro, atado de brazos y pies no podía hacer nada estaba indefenso y débil,
-¿Es doloroso no crees?- oyó una voz femenina que hizo la pregunta, levantó la mirada y vio a la chica del vestido rojo sentada en una silla que estaba en frente de él,
-¿Estoy alucinando?- preguntó Gerard
-Todo depende de ti- respondió la chica
-Estás muerta- dijo Gerard cerrando los ojos con fuerza
-Sí, pero pronto tú también lo estarás- le susurró la chica al oído,
Al abrir los ojos la chica ya no estaba en la habitación, se abrió la puerta de golpe y entró una mujer, una mujer muy sexy de curvas inigualables cabello amarillo labios rojos y un lunar justo al lado de la boca, traía un traje de látex muy ajustado,
-¿Y tú que me harás?-
La mujer no respondió a la pregunta de Gerard y sacó una hojilla jaló una palanca y las cadenas que ataban al hombre de brazos y piernas se estiraron y levantaron al hombre de golpe dejándolo colgado con brazos y piernas abiertas casi como un cristo,
-¿Qué harás con eso?- preguntó asustado y desesperado Gerard
La mujer sonrió de manera sádica y le arrancó la camisa a Gerard empezó a pasar la hojilla por el abdomen de este, gritaba desgarradoramente, le dolía cada vez que le cortaban, la mujer tomó unas tijeras y empezó a cortar el pantalón,
-¡Oye, no, detente ¿qué haces?!- gritaba Gerard aún más desesperado, la mujer desnudó por completo al hombre que colgaba de brazos y piernas y empezó a cortar con la hojilla los muslos, Gerard temblaba del dolor y empezaba a sangrar de manera muy acelerada. De pronto al cuarto entró Eliot y le quita rápidamente la hojilla a la mujer
-¿Qué demonios haces Abigail? Le preguntó
-Me divierto un poco- respondió ella
-A este hay que dejarlo con vida dijo Eliot-
-Solo fueron cortadas superficiales-
- Sí pero le has hecho muchas-
Gerard lloraba y sangraba en una cantidad un poco regulada,
-¿Y la chica?- preguntó Abigail
-Está encerrada en un cuarto en el calabozo- respondió Eliot
-¿Ya te divertiste con ella?-
-Sí y mucho- solo falta Aruna por disfrutar de esa carne fresca-
Gerard se sacudía impotentemente y con rabia, gritaba desesperado, aquellos gritos tan desgarradores que provocaron esos dos al hablar de Donna, ambos salieron del cuarto y Gerard quedó muy cansado y débil lloraba y entre llantos se desmayó.
Por otro lado Donna se encontraba arrinconada y sin ropa en una habitación, se tocaba todo el cuerpo, estaba lastimada, con cortaduras, moretones y lloraba desconsolada, intentó levantarse pero no podía caminar, le sangraba la entre pierna y le dolían sus brazos y piernas. Entraron a la habitación Vkovchenco y Vladimir la sacaron cargada y la metieron en una tina para bañarla, la atormentaban pellizcándola y tocándole sus partes íntimas, pellizcaban sus pezones, jalaban su cabello, a la fiesta de maldad se unió Nandu con una tabla llena de espinas, con ella daba pequeños golpes a la espalda de la joven mujer, la sacaron de la tina cansada y desesperada, la vistieron a la fuerza con un vestido blanco y la llevaron a la habitación del viejo Aruna.
-Aquí esta jefe es toda suya- dijo Nandu tirándola con fuerza dentro de la habitación
-Gracias- dijo el viejo -antes de divertirme contigo te contaré una pequeña historia- el viejo sonrió y se acercó a la joven lentamente.
ESTÁS LEYENDO
Carmesí
HorrorUna chica que ha muerto puede acabar contigo y mas si tu fuiste el responsable de su muerte, Carmesí era una chica muy amable, hermosa, su belleza causaba envidia entre las demás, un día fue secuestrada por unos matones y viles hombres, no logro esc...