Pese a la distancia

Nunca pensé que acabaría haciendo esto. Explayar mis pensamientos en papel, mis vivencias acorde Ayelen. Todo lo que la rodea es mágico, es distinto. Pero por una vez he tenido el valor suficiente de enfrentarme a mis recuerdos, a volver a revivir, por medio de mis propias palabras, cada instante de felicidad con ella. Su sonrisa se quedó grabada a fuego en mi piel. Su voz, dulce, me sigue cantando cada noche al oído, cuando, en mi imaginación, la abrazo en gesto protector y disfruto de su olor y de su calidez. Ayelen dio un nuevo giro a mi existencia, a mi vida. Le doy las gracias con todas las fuerzas que tengo, con todo el corazón que le di y que le sigo dando. 

Ayelen, he llegado a ansiar tus besos por la noche en demasía. He llegado a llorar de impotencia. Sentía una necesidad de hacerte llegar mi amor, y no podía saciarla. Un nudo se me formaba en la garganta, igual que el de ahora, solo por imaginarme las risas que me lograste sacar. Gracias, mi ángel. Gracias. 

Alessio