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Joder.

JOOOOODER.

-¿Por qué carajo me hablas a estas horas de la noche Abigail?.

-xd

-Bai, iré a dormir.

-no, no, no.

-Casa Betty, chico sexy, violación.

-Llego en 5, me quedaré a dormir.

-xo.

-xo.

Cerré todas las cortinas de mi habitación asegurándome que todas las puertas, ventanas y vías de acceso estuvieran completamente cerradas. Me hice bolita en mi cama con el teléfono pegado a mi pecho, lista por si algo sucedía y a la espera de Kim. Luego de unos minutos el timbre de casa sonó. Baje corriendo las escaleras y abrí de un sopetón, sin pensarlo dos veces, abracé a Kim.

-No sabes lo que ocurrió, juro nunca más quedarme sola cuando mamá va a trabajar enserio, yo...-Una voz masculina y ya conocida me cortó el royo.

-Me vas a soltar o qué-habló. Era él, el chico de Betty. Ahora podía apreciarlo mucho mejor. Tenía rizos definidos, castaños, sus ojos verdes eran profundos y me miraban con burla. Llevaba puesta una chamarra negra, pantalones ajustados negros y unos botines de gamuza cafés.

- ¡Qué haces aquí idiota¡!Fuera¡-Grité, hice ademán de cerrar la puerta pero su pie me lo impidió. Entró a mi casa cerrando la puerta detrás de él. Corrí escaleras arriba en busca del teléfono para llamar a la policía. Mis manos sudaban más de lo normal y mi corazón aumentó su ritmo cardiaco más de lo debido. Subí solo dos escalones cuando unas grandes manos agarraron mis caderas impidiéndome el paso.

-¿Dónde crees que vas?-murmulló cerca de mi oreja dando miles de escalofríos en mi cuerpo. Sus rizos chocaban con mi cuello haciendo cosquillas. Su tono burlón me asusto he hice lo imposible para quitármelo de encima pero no pude.

-q-que qu-ieres.-tartamudee.

-A ti-susurró.

-Mi amiga va a llegar en unos segundos y te vas a ir a la comisaria, imbécil.-Se rio, pero su agarre se fue aflojando cada vez más.

-prometes que no iras corriendo a llamar a tu mami.

-Deja de burlarte

-Difícil

Rodee los ojos y me giré, baje los dos escalones y fui directo al interruptor, encendí las luces y más escalofríos tuve. Sus ojos estaban pegados a mi cuerpo, miraba cada movimiento que improvisaba. Y eso me aterrorizaba.

-No vengo a darte una visita, cariño.

-Entonces que quieres.-pregunté.

-Necesito de tu ayuda.-Habló caminando hacia mí. ¿Por qué un chico completamente desconocido vendría a mi casa a pedirme ayuda? ¿En qué? ¿Acaso necesitaba una secretaria de secuestros?. Lo miré fijo, cuando iba a responderle el timbre de la casa sonó. Joder. Kim.

-Debes irte, ahora-hablé en voz baja para que no escuchara Kim.

-No me iré.- mierda, esto no podía estar pasando.

-Dime qué quieres, rápido.-susurré. El chico sonrió levemente y habló.

-Mañana a las ocho en mi casa- habló. Y cuando ya no me di cuenta, este estaba caminando hacia la cocina saliendo por la puerta trasera, mientras Kim tocaba por milésima vez el timbre.




Perdonen la demora,

Pronto más capítulos,

Gracias por el apoyo!

xo.


Mi vecino el mafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora