...Capitulo 13...

4.5K 265 40
                                    

Los personajes que aparecen aquí son obra de la gran Naoko Takeuchi, la historia es creación de mi loca imaginación.

Prohibido copiar, transcribir, alterar, almacenar o publicar esta historia en cualquier plataforma o grupo, sin mi autorización previa y por escrito.

.

......

.

Darien se encontraba demasiado sumergido en sus pensamientos, con la mirada perdida en el paisaje, más allá de la lumbrera. El estudio estaba iluminado por primera vez en mucho tiempo, por la luz que se filtraba por la lumbrera, jamás había abierto aquella cosa, pero por alguna razón aquella tarde había decidido hacerlo.

No podía dejar de pensar en Serena, y en todo lo que había ocurrido el día anterior. Aún recordaba perfectamente la desesperación en los ojos de Serena, la súplica en su voz, y por algún motivo que no compendia aún lo hacía sentir terrible.

Pero había algo que lo turbaba aún más, y era el inminente deseo que la rubia era capaz de despertar en él, por eso mismo había decidido deshacerse de ella rápidamente. Sabía que se había precipitado con la decisión de emparejarla con Seiya, pero había sido simplemente que se había dejado llevar por el momento.

Ahora estaba convencido, o al menos eso esperaba, de que podría manejar aquello perfectamente.

Se daba cuenta con desaliento que no paraba de cometer errores, desde que había vuelto por Minako todo le había salido mal, una tras otra cosa y aquello lo tenía demasiado frustrado. Y lo peor de todo es que se daba cuenta que había arrastrado con él a Serena y ahora no encontraba la manera de remediar lo hecho.

Pero en todo lo que había hecho en los últimos días, sabía que había una gran verdad, necesitaba encontrar a Minako y no cambiaría de opinión al respecto, el problema era que tal vez fuera demasiado para Serena tener que ser cómplice de fuera lo que fuera que iba a pasar.

Sabía perfectamente que estaba actuando como un demente al intentar dar con Minako, pero en eso no había alternativa, necesitaba verla, necesitaba volver a verla una vez más y después... después no sabía lo que haría con ella, pero una cosa era seguro, le enseñaría que no podía quedarse tan tranquila después de haber roto una promesa que le había hecho a él.

Y el final siempre era el mismo, sabía que Serena tenía que irse, era simplemente que no le agradaba la idea de dejarla a la suerte de alguien más. A pesar de que no había sido esa su intención, había terminado desarrollando cierto sentido de responsabilidad hacia ella y ahora no la veía lejos.

La idea de que se fuera con Seiya, había sido una que había creído podría aceptar sin problema, pero ahora comprendía que simplemente no podía hacerlo, no así. A pesar de eso, sabía que Serena tenía que irse y aunque le costara trabajo, lo mejor era que fuera pronto, pero aún se preguntaba si era adecuado mandarla de regreso a su padre.

―Me he enterado que esta mañana se ha marchado lord Seiya ―de pronto la brusca voz de Andrew lo saco rápidamente de su debate interior ―. ¿Se ha llevado a Serena con él? ―agregó rápidamente. Darien presto atención al rubio y su endurecida expresión le indicó que su mejor amigo estaba de mal humor, pero a pesar de eso, no pudo evitar notar como se refería a la rubia.

―Tu señora ―corrigió con firmeza y sin pensarlo.

―¿Cómo debo llamarla cuando ni siquiera sé qué papel juega en este maldito lugar? ―gritó Andrew molesto e inmediatamente giro para no mirarlo, estaba demasiado molesto y no quería que su amigo lo notara.

Sublime castigoWhere stories live. Discover now